Opinión

Estampa vienesa

Un sol frío y metálico estalla en la ventana. Él se acerca la taza a los labios y con gusto traga. Las cejas, pobladas y negras; las manos, cuidadas; el reloj de oro y  una sortija.
Ella, con blusa rosa y sujetador de encaje que por el escote asoma, corta y le ofrece la mitad de su pastel. Sonríen… y hablan de su hija.

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