La cita deportiva más populosa de cuantas se disputan en Ourense llega a su 38 edición con casi 11.000 atletas inscritos en las tres carreras que se disputarán
La San Martiño acude un año más fiel a su cita con Ourense. 38 ediciones se cumplen ya, se dice pronto. Hace muchas que dejó de ser solo una prueba deportiva para asentarse como referente social de la provincia. La cita más populosa de cuantas se disputan.
En su primer año siendo de pago para los atletas senior vuelve a superar el récord de inscripciones. El mejor dato para acallar a minorías que pudiesen tener cualquier duda de su calado.
La San Martiño no se discute, se disfruta. Casi 11.000 atletas están inscritos en las tres carreras. A las once de la mañana (absoluta),a las 12,30 (escolares) y a las 13,15 (cativos).
Los aspirantes a la victoria darán brillo a la primera línea. No estará Alejandro Fernández. Al último ganador le tocará dar la salida. A él le duele más que a nadie. Ourense pierde a su mejor baza para perpetuarse en el palmarés. "Es una de las carreras más bonitas del año y me fastidia muchísimo perdérmela", asegura Fernández.
Los favoritos
Sin Fernández en carrera por una grave lesión en el talón de Aquiles, el favoritismo recae, sin duda, en Lolo Penas. La pasada edición fue superado en la recta de meta por Fernández y ahora debería ser el favorito indiscutible. El portugués Miguel Ribeiro, que ya subió el podio en 2013, también entra en las quinielas a la victoria.
Quizá Hassan Lekhili sea la baza local. "Lo veo entrenar y está en un gran momento", avisa el último ganador de la San Martiño. Iván Docampo, Javier Paredes o Rubén Diz también estarán entre los mejores.
En la carrera femenina cuesta más encontrar una favorita tan nítida. Luz María Domínguez y Sonia Teijeiro nunca defraudan y corren en Ourense. Sandra Mosquera y Esther Navarrete ya han confirmado que están en un gran momento de forma. El abanico está abierto para el podio final.
Pero lo bonito de la San Martiño está por detrás. En los miles de 'anónimos' que reciben los mismo aplausos y que tienen tantos o más méritos que los triunfadores. La Popular es grande por ellos.
Una mañana en la que la ciudad se paraliza para desgastar las zapatillas o para aplaudir el esfuerzo de los más valientes. Son el mejor ejemplo de que todo es cuestión de intentarlo. 10.000 metros sobre un recorrido que ya no se retoca. Con miles de ourensanos participando también de ella desde las aceras de la ciudad.
Lo de menos volverá a ser quienes suban a los podios en la cancha central de Os Remedios. Ellos serán solo el lazo del regalo, el adorno. Serán solo los nombres propios, que no los protagonistas, de una San Martiño en la que la que verdaderamente gana es Ourense.
