MOTOR

Cinco coches de rally que no llegaron ni a debutar

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photo_camera El Dacia Logan S.2000, un proyecto sin recorrido.

En un mundo de tecnología y éxitos, también hay un hueco para el cajón de los fracasos o proyectos inacabados en el mundo de los rallys.

A lo largo de la ya larga historia de los rallys, muchas han sido las marcas que se han interesado en promocionar sus modelos a través de esta plataforma. Con mayor o menor interés, con un presupuesto modesto o grandes millonadas, muchos de esos proyectos se quedaron en el tintero y ahora que parece que volverán en 2017 los años dorados de la especialidad (con unidades de 400 caballos y una aerodinámica más evolucionada) toca recordar algunos coches que se quedaron en el camino de la gran competición, faltan muchos pero estos son algunos de los más peculiares.

El Alfa Romeo Sprint 6C Grupo B es el claro ejemplo de la pasión italiana. Una línea agresiva y mecánica Ferrari para un coche que no pasaría de prototipo. En una maniobra clásica en muchos equipos, la falta de presupuesto mató antes de tiempo al 6C. El proyecto de la Fórmula Indy pesaba más en los años 80 y este bonito y agresivo coche solamente llegó a rodar en unos test. Tampoco jugó a su favor su concepción. A finales del año 82, el mundo comenzaba a rendirse a los 4x4 y la tracción trasera y motor central del Alfa eran un concepto anticuado.

Siguiendo con el mundo del siempre exhuberante Grupo B. Carlos Arregui en Twitter recordaba hace unos días el peculiar proyecto de Dahiatsu, el Charade De Tomasso 926R. Otro coche que fue más una intención que una realidad y que se encuentra entre mis predilectos. Otra idea tardía y un poco desfasada, esta vez en versión japonesa. El Dahiatsu rendía 118 caballos obtenidos de un pequeño motor turbo (de 925 c.c.) y tracción trasera. Calificado como una réplica del Renault 5 Turbo, el coche fue presentado en 1985, pero no pasó de ahí (curiosa azafata en el salón del automóvil de Tokio con el Charade). Tras una daihatsu-charade-de-tomaso-926rserie de pruebas para la prensa el pequeño Charade, que había contado con la colaboración de De Tomasso para darle un toque más deportivo (difícil), la prohibición de los Grupo B a final de 1986 truncó los planes de los japoneses.

Mi favorito, el Ferrari 288 Evoluzione. Digamos que Ferrari nunca se tomó excesivamente en serio el mundo de los rallys. Centrados en sus éxitos en la F1 y competición en circuitos, el 288 Gr.4 desarrollado de forma privada fue una especie de bálsamo en el desierto del cavallino rampante. Contagiado quizá por el esplendor de una categoría que captaba adeptos a puñados, Ferrari decidió implicarse, pero tarde. En el año 86, cuando ya se sabía que los Grupo B estaban Ferrari_288_GTOacabados, los italianos presentaron el 288 Evoluzione, algo así como una demostración de que ellos también podían hacer un super coche como Audi, Peugeot o Lancia. Como es lógico, los tiempos no permitieron ni la homologación ni el debut pero sí para fabricar cinco unidades. El consuelo, este bonito y espectacular coche fue el precursor del F-40, uno de los modelos más reconocibles por cualquier habitante del planeta.

El Dacia Logan S2000, precursor y misterio. Fue de los primeros S2000 en echar a rodar, hace ya casi 10 años. Muchos recordamos los vídeos de Simon Jean- Joseph probando dos unidades distintas en un tramo de asfalto en las montañas francesas. De diseño tosco, las imágenes fueron un visto y no visto. Nadie sabe a ciencia cierta lo que sucedió para que se cancelase el 7118342ea4060f28b5d62421251d554bproyecto aunque muchos lo asocian a un error en la estrategia comercial para vender Logan. “Un coche que vale 6.000 euros en un concesionario, no puede tener una versión de competición de 180.000”. Cuestionable o no, nadie ha visto de nuevo estas unidades y se rumorea que tras la suspensión del proyecto fueron desensambladas y guardadas en cajas en la sede central de Renault.

El Proton Putra WRC, un Subaru encubierto. En la máxima categoría actual (aún en versión 2 Litros), también hubo proyectos que no llegaron a concretarse. Quizá el más exótico llega de Malasia, con el Putra WRC. A finales de los años 90 y en pleno boom de los WRC, la Proton encargó a Prodrive, responsable del proyecto Subaru en el Mundial la creación de un vehículo sobre la nueva normativa. Ahí nació el Putra, que no era más que un coche lleno de componentes del Impreza y una caja secuencial Hewland (Los primeros Córdoba y Octavia 1512663_783922421650707_133520786808786945_ntambién siguieron este sistema). Con los prototipos en marcha, algo falló en las altas esferas de Proton (Lo cierto es que se rumorea que los altos costes, 30 millones de libras por temporada, fueron el motivo) y decidieron darle una vuelta al proyecto, dejando morir al WRC y centrándose en el Pert (el Lancer “reetiquetado”) en el Mundial de grupo N.
Tras ello, Prodrive renegó de este hijo y las unidades fueron guardadas en la sede central de la marca.

Bonus Track: El Toyota Yaris WRC de TTE.

Con el retorno confirmado al WRC por parte de la marca japonesa, los Toyota Yaris WRC desarrollados por TTE parece que se convertirán en el próximo modelo que no debutará, no por falta de apoyo, sino por el error en desarrollar un coche bajo una normativa que cambiará en 2017. El trabajo realizado por la filial europea solo servirá como base para el nuevo Yaris que construirá Tommi Mäkinen Racing en Finlandia, aunque según avisó el propio expiloto finlandés, poco o nada quedará de ese proyecto.akio-toyoda-toyota-world-rally-car_3257969

Si te gustó este artículo y quieres saber más sobre otros coches, puedes consultar la historia del Lancia ECV, el Toyota MR2 Gr.B o el Ford Escort Rs 1.700 T, que aunque no tuvo homologación sí compitió con relativo éxito en Sudáfrica.

Fuentes: Putra Owners Facebook, 7tune.com, Toyota

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