"Mujeres españolas. Lagos helados de Laponia", el nuevo reto de Chus Lago

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photo_camera La alpinista Chus Lago, acompañada de sus cuatro compañeras, Vanesa Lagares, Estela Estevez , Silvia Rey y Verónica Romero.

La primera alpinista española en coronar el Everest encara un nuevo desafío, probablemente el de mayor responsabilidad de su larga trayectoria

Concienciar al mundo sobre el calentamiento global y la urgente necesidad de reducir la temperatura del planeta es el reto de las cuatro mujeres que forman la expedición "Mujeres españolas, lagos helados de Laponia", capitaneada por Chus Lago.

La primera alpinista española en coronar el Everest encara un nuevo desafío, probablemente el de mayor responsabilidad de su larga trayectoria, ya que en esta ocasión no lo hará sola ni con otros alpinistas. Se ha rodeado de tres amigas: Estela Estévez, Silvia Rey y Verónica Romero.

Durante veinte días -del 8 al 27 de febrero- recorrerán alrededor de 200 kilómetros de desierto helado -los que enlazan los lagos de Inari (Finlandia) y Torneträsk (Suecia)- tirando de un pulka, una especie de trineo donde llevaran la comida, la tienda, la ropa y tres cámaras de vídeo con las que se grabarán a ellas mismas para después tratar de producir un documental.

"Busqué mujeres para un proyecto peligroso", explica Lago, acostumbrada a coronar los picos más altos de la antigua URSS en solitario. Sólo les exigió tres requisitos: ser disciplinadas, tener capacidad de sufrimiento y ganas de perseguir retos.

"Una de las razones de escoger los lagos es que no hay grietas. Habrá que estar atentas a que la superficie esté en condiciones, pero por lo menos tengo la certeza de que mientras haya frío el lago se mantiene. Por eso prefiero que no se carguen de peso y se preocupen de ellas", cuenta la jefa de expedición.

Las bajas temperaturas y el peligro de grietas y whieteouts -ceguera causada por la nieve en suspensión- serán los principales riesgos que asumirán. "Hay pocas horas de luz, lo que nos obligará a caminar de noche. Allí las tormentas se suceden. Es posible que nos lleve más días de lo previsto", avisa Lago. "Es una mezcla de miedo y de ilusión por estar allí", señala Estela Estévez, atleta olímpica en Barcelona 92. "Cuando me lo propuso me pareció un regalo", explica Verónica Romero.

"Recuerdo cuando Chus se marchaba de casa para Perú o la Antártida. Ahora voy a ser yo la que marche con ella", añade Silvia Rey, la prima pequeña de la jefa de expedición.

La preparación ha sido larga: ocho meses de intenso trabajo, con duras sesiones en el gimnasio: "Nos costó acercarnos porque veníamos de disciplinas diferentes", admite Lago, que ve a sus compañeras de aventura físicamente preparadas: "El gran salto viene ahora. Allí irán casi a contrarreloj, es una inmersión en toda la regla", destaca.

"Nos sorprenderá, pero nos veo preparadas", le corta Estévez, que teme más al aspecto psicológico: "Lo que nos da la seguridad es que Chus está con nosotros".

Lago también transmite ilusión. Se le ve con ganas. No es un reto cualquiera. Ni tan siquiera tener que sufragar los gastos de su bolsillo la desanima: "Me apetecía hacerlo, tenía muchas ganas. Igual ahora no tengo ni para pagar una multa, pero esto va para adelante".

Y es que detrás de esta aventura hay un reto todavía más ambicioso: una expedición de 1.300 kilómetros que cruzará Groenlandia de sur a norte. Sería en abril de 2017. "Pero yo ya no podría correr de nuevo con los gastos. Necesitaríamos patrocinadores para realizarlo", comenta la veterana alpinista.

Por eso es tan importante completar esta primera travesía. Su éxito, sin duda, ayudará.

En la mente de Lago hay muchos proyectos pero una única obsesión: luchar contra el cambio climático. Los mayores glaciares de Groenlandia se están derritiendo a gran velocidad; tres cuartas partes del hielo ártico han desaparecido. "El cambio climático es algo inminente. Y lo sé desde que soy alpinista, en 1987. He visto cómo los mapas no se corresponden ahora con lo que he visto", recuerda La Dama Blanca, quien busca con este reto concienciar a la sociedad de la necesidad de reducir la temperatura del planeta.

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