El PP repite los 41 escaños de 2012, la confluencia consigue 14 diputados como los socialistas y los nacionalistas se quedan en 6.
Alberto Núñez Feijóo, tres veces absoluto, En Marea supera al PSOE en unos 17.000 votos y el BNG resiste a los peores presagios y sólo entrega un escaño respeto a las elecciones de 2012, aunque se deja 28.131 sufragios en el camino. Ciudadanos se queda en experimento en Galicia al no conseguir representación en el Parlamento gallego. El partido de Albert Rivera no llegó a los 48.000 votos, un 3,37% lejos del 5% necesario para obtener acta de diputado.
Con una participación del 63,76% del censo electoral, nueve puntos más que en los anteriores comicios que desmonta la tesis del hartazgo de los ciudadanos, el PP reedita los 41 diputados en la Cámara gallega,aunque con 9.000 apoyos más, un caso prodigioso en la política nacional durante los últimos años de crisis económica que refuerza la figura de Alberto Núñez Feijóo de cara al salto a la política nacional. En la guerra de plusmarcas, el líder del PP gallego no pudo batir los 43 diputados alcanzados por Manuel Fraga en 1993 ni los 42 de 1997.
LA OPOSICIÓN
En la carrera por liderar la oposición, En Marea y PSOE empataron a 14 diputados respectivamente, pero la confluencia se impuso en número de votos. Por segunda vez, lo socialistas se sitúan como tercera fuerza política si se tiene en cuenta los apoyos recibidos, pero el recuento del Censo de Residentes Ausentes (CERA) podría asignarles otro diputado por Ourense en detrimento del PP o del BNG, con lo que los socialistas tendrían el consuelo de seguir siendo la segunda fuerza política en O Hórreo. Hay que retroceder hasta 1997 para encontrar un resultado similiar. Sucedió en 1997 con Abel Caballero como candidato. El BNG liderado entonces por Xosé Manuel Beiras consiguió 18 escaños frente a los 15 del PSOE.
Alberto Núñez Feijóo, Luís Villares y Ana Pontón han sido, a su manera, los grandes triunfadores de la noche electoral. El popular se impone con una rotundidad apabullante, el candidato de En Marea ha demostrado que con más tiempo podría conseguir un mejor resultado y la portavoz nacional del BNG mantiene grupo parlamentario a pesar del travase de militantes y destacados dirigentes a la confluencia. Con seis diputados, uno menos que en 2012, Ana Pontón ha resistido a encuestas que incluso llegaron a negar su presencia en la Cámara gallega.
Xoaquín Fernandez Leiceaga, en cambio, sale tocado de la noche electoral con un PSOE en manos de una gestora después de la imputación de José Ramón Gómez Besteiro. Tras imponerse a José Luis Méndez Romeu en las primarias, al profesor de Economía Aplicada de la USC no se le presenta un camino abonado para presentarse a la secretaría general del PSdeG.
La formación de Albert Rivera aspiraba a ser llave de gobierno y a marcarle el paso a Núñez Feijóo, pero Cristina Losada no se mostró en ningún momento como una candidata sólida que domina la tierra y conoce sus problemas y el tirón de Albert Rivera en Galicia es limitado.
Entre las formaciones minoritarias, el Partido Animalista contra el Maltrato Animal (PACMA) se convirtió en la sexta fuerza política con 14.761 votos, casi 7.000 sufragios más que en los anteriores comicios a pesar de una campaña sin presencia activa de sus cabezas de lista. PACMA se situó por delante de Democracia Ourensana y de Compromiso por Galicia. DO, con ocho concejales en el Concello de Ourense, dos en Barbadás y otros tantos en Pereiro de Aguiar, no logró trasladar sus propuestas a la provincia y se quedó sin la representación soñada en la Cámara gallega.
Compromiso por Galicia recibió otro duro varapalo. Tras conquistar en las pasadas elecciones municipales las alcaldías de Lalín, Vilar de Santos y Muros, este partido que se define como galleguista socialdemócrata y tiene como máximo referente al PNV, ahora no ha logrado llegar a la cifra de 4.000 votos en todo el territorio gallego, unos 11.000 menos que en las elecciones gallegas de hace cuatro años, su primera incursión electoral.
Alberto Núñez Feijóo gobernará otros cuatro años y En Marea y PSOE se disputan la hegemonía de la oposición.
