LA LARGA CRISIS SILENCIOSA

La demografía afecta al interés general más allá de unos cientos de euros

PAZ

La dinámica geográfica afecta a la inversión, al consumo y en definitiva al bienestar de un territorio 

La demografía es un ámbito que compete al interés general, en el día a día afecta a una cotidianidad tan vulgar como es la obtención de una vivienda, el acceso a un empleo o el uso del transporte público y privado, el acceso a la salud o a la educación.  

La dinámica geográfica de un entono, así,  afecta a su  desarrollo social, tiene también una influencia muy importante en la inversión en capital, en la demanda de consumo y por consiguiente también influye en la mejora en el nivel de vida. En épocas de población creciente se tiende a promover el optimismo y en épocas de población descendente ocurre todo lo contrario. La demanda tiende a retraerse, a ser inferior a lo que se esperaba y esa situación de sobreproducción difícil de corregir da como resultado social un desastre. 

EL INVIERNO DEMOGRÁFICO 
Lo que se denomina “invierno demográfico”, acuñada por los científicos sociales, para denominar al envejecimiento de la población se ha instalado en el país, donde el reemplazo generacional está cada vez más seriamente comprometido. Como señala la Proyección de Población de España a Corto Plazo que publica el Instituto Nacional de Estadística el invierno amenaza de manera acusada a provincias como Ourense, Lugo, Palencia y Zamora donde además las proyecciones aseguran caídas superiores a un 10% más en una década.

Ourense es un problema. No es que sea un  provincia con poca población, aún más grave por su estructura social y económica tiene pocas posibilidades de revertir la situación, a pesar de los pocos  que eligen la provincia para vivir, a pesar además de tener un suelo urbano e industrial barato. Cada vez hay menos jóvenes para traer hijos al mundo. El indicador de fertilidad de Ourense, se resiste a pasar de un hijo por mujer cuando la tasa de reemplazo generacional comúnmente se acepta se sitúe en 2,1 descendientes. 

En la última década Ourense pasó de tener 338.000 a 328.000 habitantes, lo que supone un descenso del 2,9 %. Y se trata de una evolución que no tiene freno, ya que la pérdida de población fue mayor en décadas anteriores. Así,  en 1991, Ourense tenía 353.000 habitantes y en 1981 430.000, lo que supone hasta cien mil más que a finales de 2011.

ENVEJECIMIENTO 
Pero también Ourense es la provincia gallega y española que tiene la población más envejecida. De acuerdo con los datos oficiales, la medida de edad en la provincia se sitúa en los 49 años, cuatro años por encima de la media gallega. Desierta y envejecida, Ourense es más concretamente también la tercera provincia con más viejos de la Unión Europea, ya que el 29,6 % de su población supera los 65 años de edad. Por delante sólo se sitúan Pinhal Interior Sul en Portugal e Evrytania en Grecia;  y con una tasa de dependencia, esto es,  el cociente entre la población mayor de 65 años más la menor de 16, entre la población activa, también en el primer puesto del ránking. Un 68% que significa que casi dos personas en edad de trabajar, aunque no lo hagan o estén paradas, tienen que sostener a tres dependientes sean niños o ancianos.

PENSIONES 
Tampoco la pensión contributiva media de la Seguridad Social en Ourense da para muchas alegrías, se sitúa en 872,52 euros en la capital de Ourense, con una sustancial diferencia entre los hombres  que ingresan 1.001,69 euros y las mujeres que lo hacen en un monto de 754, 21 euros, y que la sitúan como la primera ciudad de Galicia con las pensiones más bajas. Siendo la media mas acusada en la provincia de 716,89 euros frente a los 920,55 de una provincia como Pontevedra. Una posición a la cola de las urbes de la comunidad en esta materia que  se produce pese a que la cuantía de las pensiones contributivas creció un 16% desde 2009, siendo el incremento en una provincia en términos de interior similar como es Lugo ese crecimiento del 18% y en A Coruña de un 20%.  En todo caso, las cuantías en Ourense ciudad están por encima de la media gallega, donde apenas se superan los 848 euros mensuales de media. 

Y aunque no sea políticamente correcto decirlo que las administraciones públicas se anticipen al futuro en un alarde de estrategia territorial es una leyenda que deberíamos dejar aparte, porque lo que realmente hacen es irse adaptando a los cambios e intentar responder ante ellos aunque las medidas no sean las adecuadas; al menos no muy acertadas, ahí están  un cheque bebe de la diputación provincial por 300 euros para productos de parafarmacia u otro de la Xunta de 100 euros al mes para sufragar gastos, medidas todas ellas diseñadas para intentar frenar la sangría poblacional. Lo verdaderamente importante es tomar conciencia de si este asunto es sólo lo que se ve, modificable con una medida anecdótica de unos cientos de euros o si este cambio implica otras muchas facetas para lo que mejor hacer balance del conjunto.

Te puede interesar