En esta ocasión tocó debatir sobre liderazgo y me gustaría trasladaros varias preguntas que realicé ese día y ver cómo se pueden aplicar al mundo de los emprendedor@s.
El jueves 12 de febrero estuve reunido con un grupo de comerciantes que pertenecen al Centro Comercial Aberto de Carballiño en el tercer after-work de un ciclo que hemos denominado “O Teu Negocio Funciona” y que está siendo un éxito tanto por la asistencia como por la calidad de los debates que estamos llevando a cabo.
En esta ocasión tocó debatir sobre liderazgo y me gustaría trasladaros varias preguntas que realicé ese día y ver cómo se pueden aplicar al mundo de los emprendedor@s.
¿Se puede ser emprendedor sin ser líder? Pues la realidad nos dice que hay muchas personas que abren un negocio o una empresa que no tienen la capacidad de liderar proyectos ni equipos. Pero, entonces, ¿se puede ser emprendedor de éxito sin ser líder? Pues nuevamente te debo decir que sí, entre otras razones, porque conozco a varias personas de éxito empresarial que han llevado a su proyecto a ser el referente en su sector en cuanto a facturación y beneficios.
¿Cuáles son las diferencias que hay entre un emprendedor-líder y un emprendedor que no lo es? Sin duda, la primera distinción es que un emprendedor-líder comunica de una manera clara, abierta, sincera y transparente. Todavía me extraña cómo se puede generar inquietud e incertidumbre con los equipos de trabajo y pretender que estos equipos estén motivados y comprometidos con el proyecto de empresa. Si quieres que tus colaboradores se “dejen el alma” con todas aquellas cosas que tú quieres conseguir, ¿no sería más fácil que se lo dijeras de una manera abierta y directa?
Asimismo, un emprendedor-líder tiene la capacidad de alentar conflictos ideológicos dentro de sus equipos de trabajo, de tal manera todas las personas tienen la posibilidad de poder expresar sus opiniones, aunque éstas estén en contra de la opinión general del grupo, siempre y cuando sea para generar debates y dilemas que permitan avanzar hacia nuevas metas comunes. Cuando dentro de un equipo hay libertad para opinar sin miedo a posibles represalias en el futuro, entonces es cuando surge esa creatividad que será necesaria para buscar nuevos resultados y objetivos.
Ahora bien, esos emprendedores-líderes son los que saben gestionar adecuadamente los conflictos que surgen dentro del equipo, de tal manera que el componente emocional queda convenientemente regulado por la razón y el pensamiento. Son personas que saben que cuando las emociones se desbordan, los conflictos solo sirven para destruir equipos y relaciones personales y profesionales. Así que, estos emprendedor@s saben que gestionar inadecuadamente los conflictos penaliza el buen desarrollo de los equipos.
¿Y qué es lo que hacen los emprendedores-líderes en su día a día? Pues si uno dedica un poco de tiempo a observar a estas personas, puedes comprobar que se marcan objetivos de manera diaria y que alientan a sus equipos a conseguir esos mismos retos. Estas personas saben que la motivación, es decir, “el impulso para conseguir algo”, nace desde el mismo momento en que tenemos claro ese algo que queremos conseguir. Tal es así, que estos emprendedores-líderes son conscientes de que el éxito lleva aparejada la palabra ACCIÓN, y que la inacción lo que provoca es parálisis, agotamiento, rutina, monotonía, aburrimiento y fracaso.
Pero seguro, que al llegar a este punto del artículo, puede que estés recordando que te dije al inicio que se puede ser un emprendedor de éxito sin ser líder. Y claro, tú entonces me podrías preguntar algo parecido a esto: ¿se puede triunfar en un negocio sin comunicar bien, sin gestionar adecuadamente conflictos, sin dejar que las personas se expresen libremente y sin marcar objetivos al equipo? Pues aunque parezca mentira, hay emprendedores que no llegan a cumplir ninguna de estas características durante todo el tiempo y que consiguen que sus empresas triunfen y se consoliden en el tiempo con unos resultados óptimos.
Por tanto, llegados a este punto, solo me quedaría realizar una última cuestión: ¿por qué plantearnos generar liderazgo entre los emprendedor@s si al final se puede triunfar sin tener esta capacidad de influencia? La respuesta es fácil: los emprendedores que no ejercen liderazgo y basan la dirección y animación de sus equipos en su nivel de autoridad y en la jerarquía provocan resultados solo en el corto plazo y no llegan a consolidarse en el medio y largo plazo porque sus colaboradores no llegan a asumir responsabilidad en las acciones que realizan ni tampoco llegan a creer en el proyecto que se les propone. Cada vez que invertimos un minuto en influir y persuadir a nuestros equipos, es un minuto que nos aportará muchas horas de beneficio en el futuro.
Así que, ¿no merece la pena generar emprendedores-líderes para que sus negocios funcionen de manera sostenible?
