Italia fue el mayor productor de vino en el año 2016 mientras que España se erigió como líder en superficie cultivada de vid. En cambio, China fue el mayor productor global de uvas. La producción mundial de vino fue en el año 2016 de 268,8 millones de hectolitros, estimándose para el año 2017 un descenso de 22,1 millones respecto al año anterior
La superficie cultivada alcanza los 7,5 millones de hectáreas, destacando los más de 3,3 millones de hectáreas cultivadas en Europa con especial protagonismo para España, con casi 1 millón de hectáreas. China se ha convertido en el segundo país en el ranking, con más de 850.000 hectáreas cultivadas.
MÁS VOLUMEN QUE VALOR
El país asiático sigue con su particular expansión productiva en un afán de abastecer el inmenso mercado interior que posee. China, con casi 15 millones de toneladas de uva se convirtió, en el año 2016, en el principal productor mundial, seguido de Italia (con casi 8 millones), EEUU (más de 7 millones), Francia (6,5 millones) y España, en quinto lugar con 6 millones de toneladas, dato que evidencia la menor productividad de nuestro país en base a que es el país con la mayor superficie cultivada.
Las condiciones climatológicas han afectado negativamente a la producción en Europa en los últimos tiempos. Aún así, el comercio mundial de vino sigue estando dominado por los tres principales países productores europeos, Italia, Francia y España, que en conjunto acumulan más de la mitad de las expediciones globales, las cuales sumaron en el año 2016 cerca de los 29.000 millones de euros (un cifra que se alcanza al exportar 104 millones de hectolitros en un solo año).
A pesar del elevado volumen de las exportaciones españolas, en torno al 22% del total, las expediciones representaron en valor menos del 10% del total del comercio mundial (poco más de 2.700 millones de euros) mientras que países como Italia y Francia obtienen mucho más valor añadido de sus ventas al exterior, el 28,5% y 19,3% del total respectivamente. La explicación a esta disparidad con respecto a nuestros vecinos se encuentra en que una proporción elevada de nuestras ventas al exterior se refiere a la modalidad conocida como granel, un producto que cifra mucho menos que el producto embotellado.
Por tipo de producto, el vino embotellado constituye casi tres cuartas partes del valor total de la exportación de vino, aunque este representan poco más de la mitad del volumen intercambiado en el mercado exterior (54,9 millones de hectolitros). El resto del vino exportado se refiere principalmente al vino expedido a granel, lo que evidencia el menor precio que este tiene, un 1,65 euros de media frente a los casi 4 euros que cifró el vino que se vende embotellado.
MÁS CONSUMO EN EMERGENTES
Los países tradicionalmente consumidores han experimentado un cierto estancamiento, a la vez que han surgido nuevos polos de consumo en ciertas economías emergentes. Los principales consumidores siguen siendo EEUU, con casi 32 millones de hectolitros consumidos en el año 2016, los 3 países europeos, Francia Italia y Alemania, con un consumo aproximado de 69 millones, y China que ya consumió en 2016 un total de 17,5 millones de hectolitros.
El consumo a nivel mundial se sitúa ligeramente por debajo de la cantidad producida, lo que nos lleva a una situación de exceso de producto en el mercado, circunstancia que por lo general provoca una tendencia a la baja en el precio del bien, hecho que se ha percibido en el sector en los últimos años.
ASIGNATURA PENDIENTE
De los más de 2.700 millones de euros vendidos por España al exterior en el año 2016, Galicia apenas exportó poco más de 43 millones de €, un 1,6% del total, una comunidad autónoma con 5 denominaciones de origen, 4 de las cuales se encuentran en la provincia de Ourense. Curiosamente, las exportaciones de la provincia en el año 2016 apenas sumaron 16 millones de euros, poco más de un tercio del total de las exportaciones autonómicas, aunque las expediciones realizadas por la provincia hasta noviembre del año 2017 alcanzaron un total 18 millones de euros, más de la mitad de lo facturado al exterior fue vino con denominación de origen.
Dado el tamaño que presenta el mercado global de vino y las cifras que se barajan en términos económicos, el terreno a conquistar por los vinos ourensanos es inmenso, siendo la asignatura pendiente que tienen los productores de la provincia en relación al mercado exterior, a todas luces, infrautilizado por los viticultores orensanos.
odelo productivo de nuestro país.
