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La seguridad en los espectáculos públicos y multitudinarios

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Todavía recuerdo cuando en mis años mozos asistía al estadio de Riazor a ver los partidos del Deportivo en la grada general, que en aquellos tiempos no era más que un terraplén de grava y tierra suelta en el que por supuesto veíamos los encuentros de pie

El aforo seguramente era ilimitado, ya que en ocasiones el peso de los aficionados hacía bambolear la masa de tierra cual matorral de juncos mecidos por el viento. 

Lógicamente, eso muy seguro no era. Gracias al destino o a quien correspondiera, nunca hubo incidentes graves más allá de algunas contusiones o lesiones leves.

Actualmente, si nos referimos al tema futbolístico, tan de moda estos días por el Mundial de Rusia, los protocolos de seguridad son muy distintos a los de antaño, mucho más rígidos y dotados de tecnologías de videovigilancia y sensorización que permiten controlar en tiempo real lo que está ocurriendo en cada evento. Lo mismo sucede con otro tipo de espectáculos públicos y multitudinarios.


El uso de la tecnología para proteger a las multitudes


España es uno de los países más turísticos del mundo, donde algunas ciudades llegan a duplicar su población cada verano debido a la llegada de visitantes extranjeros. Como bien sabemos, la celebración de fiestas de todo tipo es la tónica habitual durante todo el año y en especial en la época estival. Me vienen a la memoria celebraciones como los Sanfermines, la Semana Santa de Sevilla, la Feria de Abril, el Rocío, el Festival Celta de Ortigueira o las Hogueras de San Juan en A Coruña. 

Aprovechando el conocimiento que me brinda el haber sido durante cinco años consecutivos asesor en materia de seguridad tecnológica del Ayuntamiento de A Coruña, me gustaría destacar la firme apuesta de este ayuntamiento por la utilización de las tecnologías más avanzadas en materia de seguridad. 

Las playas de Riazor y del Orzán son lugares extremadamente hostiles e inseguros si no se toman las precauciones adecuadas, como lo demuestran, sin remontarnos muy atrás, las personas fallecidas en la última década por causa de ahogamiento.

En cualquier evento masivo hay riesgos derivados de la delincuencia, la inconsciencia y las imprudencias. Eso se acentúa en el caso de San Juan, una celebración que en A Coruña congrega cada año a más de 150.000 personas, con un consumo copioso no sólo de sardinas sino también de alcohol. 

Por ese motivo, desde hace cinco años, el Ayuntamiento de A Coruña viene apostando por las últimas tecnologías para garantizar la seguridad ciudadana durante la noche del 23 de junio. Esta tecnología la ofrece una empresa gallega que cuenta con las últimas novedades en cuanto a videovigilancia, como sistema de prevención y de alerta temprana, que sirve para paliar las consecuencias de las altas aglomeraciones de personas.


Un dispositivo dotado de las últimas tecnologías


La pasada noche de San Juan, el dispositivo tecnológico contó con la instalación de diez cámaras de vigilancia en los puntos de evacuación de las playas enlazadas vía radio con un Centro de Control Móvil (CCM), un vehículo que funciona como centro de vigilancia y de comunicaciones. Asimismo, se usó una cámara de imagen térmica de origen militar, muy similar a las que se usan en la vigilancia del estrecho de Gibraltar, con más de 2,5 kilómetros de alcance. 

Este dispositivo se complementó con la utilización de cámaras tipo domo de alta sensibilidad para uso nocturno. Además se instauró el uso de comunicaciones de emergencia de última generación: la fusión entre móviles y walkie-talkies, es decir, entre un teléfono Android 4G/5G/LTE y un transceptor digital DMR. Se trata de dispositivos que cuentan con una app que permite la mensajería tipo push, envío de fotos y vídeos en tiempo real, y por supuesto, la geolocalización de los efectivos. 

Lógicamente la tecnología no es suficiente, ya que sin el factor humano no sería efectiva, por lo que al dispositivo de seguridad de la noche del 23 de junio se sumaron en A Coruña más de 400 agentes de Policía, bomberos y efectivos de Protección Civil. 

La Administración es responsable de todo lo que les ocurra a los asistentes en este tipo de celebraciones y debería tomar todas las medidas necesarias que estén a su alcance para que no se produzcan situaciones en las que peligre la vida de personas, por lo que es encomiable el hecho de que haya administraciones que agoten las posibilidades a la hora de proteger a los ciudadanos.

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