El forum Wine and Health que se acaba de clausurar en La Rioja ha elevado el vino a la categoría de alimento saludable por las implicaciones que tiene su consumo moderado y diario en la prevención de numerosas enfermedades, como el alzheimer,la diabetes y el cáncer.
Dicho así, sin más explicación parece una afirmación de charlatanes de feria que están promocionando uno de esos productos milagro. Pero lo cierto es que la Fundación para la Investigación del Vino y la Nutrición (FIVIN) ha reunido en La Rioja a expertos profesionales internacionales de la medicina y la ciencia para presentar las actuales líneas de investigación sobre los beneficios del vino sobre la salud, y han concluido que el 25 por ciento del carácter saludable que tiene la dieta mediterránea sobre otras pautas de alimentación se debe, precisamente, al consumo moderado pero cotidiano, de vino. Este apunte de "cotidiano", lo han subrayado los 36 especialistas de EEUU, Australia, Francia, Italia, Alemania, Sudáfrica, Reino Unido y España, quienes han señalado que para que el vino ejerza sus benéficas acciones sobre el cuerpo debe tomarse a diario y no de manera esporádica, y de forma muy moderada.
La doctora Rosa María Lamuela, del Departamento de Nutrición, Ciencias de la Alimentación y Gastronomía la Facultad de Farmacia y Ciencias de la Alimentación de la Universidad de Barcelona, presidenta del comité científico de este Forum, subrayó el carácter preventivo que ejerce el vino frente a enfermedades cardiovasculares, diabetes, alzheimer, el cáncer y la obesidad. La doctora Lamuela también destacó cómo el consumo moderado de vino “favorece la macrobiota, es decir, la microflora intestinal, lo que significa que el efecto que le atribuimos al yogur se está observando ahora también en el vino”.
El presidente de la fundación, Miguel A. Torres, declaró, al término de este forum, que espera que las conclusiones de este congreso y su base sólida posibiliten “seguir demostrando las ventajas del consumo moderado de vino y sirvan para que la Unión Europea tenga un tratamiento diferente al de los alcoholes y considere al vino como un alimento”.
Vino y gastronomía
Una de las piezas clave de esa lucha científica por la catalogación del vino como alimento y no como droga como sucede con la mayoría de las bebidas alcohólicas, está en su incorporación como un elemento más en el plano de la gastronomía. En sus conclusiones, los expertos han señalado que el vino no solo forma parte de la dieta mediterránea, como el aceite de oliva o el pescado azul, sino que además es el responsable en un 25 por ciento de que la dieta mediterránea ayude a prevenir enfermedades como el cáncer o a prolongar la esperanza de vida en las comunidades que la practica.
