Las bajas laborales por paternidad superan ya a las de maternidad en Ourense

Las prestaciones por nacimiento y cuidado de menor (las prestaciones por maternidad y paternidad) están en mínimos históricos en la provincia. Estas ayudas son subsidios de la Seguridad Social que tratan de compensar la pérdida de ingresos del trabajador a consecuencia del permiso de descanso por el nacimiento de un hijo. La crisis demográfica explica en buena medida que estas prestaciones hayan descendido un 20% en los últimos 10 años, un 30% si se comparan los datos solo de maternidad. En este último caso, han pasado de las 1.360 en 2012 a las 941 del año pasado. También llama la atención el “sorpasso” de las prestaciones recibidas por hombres a las percibidas por mujeres. En 2022, las ayudas percibidas por hombres son 38 más que por mujeres. Esto se debe, según apuntan los expertos, al mayor peso del hombre en las afiliaciones a la Seguridad Social. Además, la temporalidad también produce que, en el momento de tener un hijo, sean más las mujeres que no tienen empleo. Cambio en los permisos Esta es una casuística que se repite a nivel nacional y se explica por el cambio en la legislación. Desde enero de 2021, hombres y mujeres tienen derecho a un permiso 100% remunerado de 16 semanas por el nacimiento o adopción de un hijo, que deberán disfrutar conjuntamente las seis primeras semanas y las diez siguientes a conveniencia. El resultado es que en 2022 la Seguridad Social española concedió 246.544 prestaciones al segundo progenitor, que suele ser el padre, y 225.197 para el primero, que suele ser la madre. Otro factor que influye es que las madres suelen coger todo el permiso de forma acumulada desde el nacimiento del niño, y los padres suelen trocearlo de forma complementaria con la madre. La responsable de CCOO en Ourense, Ana Barrios explica que este tipo de legislación “achéganos como país á igualdade real entre homes e mulleres no eido laboral”. Esto se ve claramente en la evolución del permiso de paternidad, no reconocido en España hasta 2007, comenzando con 13 días. En 2017 se amplió a cuatro semanas y en 2018 a cinco. Pero lo que ha permitido dar el salto definitivo en el disfrute de la prestación no ha sido solo su aumento hasta las 16 semanas, sino que sea totalmente remunerada e intransferible, de modo que, si no se disfruta, se pierde. “Deste xeito logramos que o coidado dos fillos non caia soamente sobre as mulleres, facendo desaparecer tamén as diferenzas entre contratar a un home ou a unha muller que queren ter un fillo”, apunta Barrios. Estas prestaciones suponen un importante gasto público en la provincia, aunque no tienen nada que ver con las cifras que se manejan en otras prestaciones, como es el caso de las pensiones. En 2022, estos subsidios le supusieron a la Seguridad Social 11,7 millones de euros, lo que resulta en un gasto por prestación de 6.100 euros.