SALUD

El CHUO sigue a más de cien afectados de hepatitis B crónica

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photo_camera Eloy Sánchez, jefe del servicio de Digestivo del CHUO.

El servicio de Digestivo insiste en la prevención de esta enfermedad viral con motivo de su Día Mundial

El servicio de Digestivo del Complexo Hospitalario Universitario de Ourense se suma hoy al Día Mundial contra las hepatitis víricas que se cronifican, principalmente las tipo B y C. En la provincia, hay más de 100 pacientes en seguimiento con hepatitis crónica por virus B y hasta el año pasado, tenían en consulta a más de 400 enfermos de hepatitis C. De las víricas asociadas a VIH se encarga la Unidad de Enfermedades Infecciosas.

El jefe de servicio de Digestivo del CHUO, Eloy Sánchez, insiste en la importancia de la prevención evitando compartir objetos de riesgo, como jeringuillas, máquinas de afeitar o cepillos de dientes, emplear los calendarios de vacunación (disponibles solo para la hepatitis B) y empleando métodos de barrera en las relaciones sexuales. "Las hepatitis B agudas se curan casi todas. Un paciente que se infecte en la edad adulta, la mayor probabilidad es la de curarse del todo. Hay que insistir en la prevención. Tenemos una vacuna muy eficaz, que ya se pone a todos los niños recién nacidos", explica. Por el contrario, no se dispone de un tratamiento curativo para los procesos crónicos; es decir, cuando la infección se cronifica, el tratamiento es poco eficaz.

Ya en el caso de la hepatitis C, para la que no hay vacuna, se cuenta desde hace dos años con tratamientos muy eficaces. "Son por vía oral, cómodos, con pocos efectos secundarios y con una alta tasa de eficacia. Se curan más del 90% de las hepatitis C". En este sentido, el diagnóstico es fácil, a través de una analítica. Fue así como le diagnosticaron hepatitis C a Rosa Diéguez, vecina de O Carballiño, cuando tenía 23 años. Ahora tiene 49. "Foi no antigo hospital de Santiago. Estaba facendo un programa de rehabilitación en Proxecto Home, no que se incluía que ós 15 días de estar no centro desintoxicandote, facíanche unha serie de probas. Nesa primeira analítica deume negativo, pero seis meses despois din positivo". Por su genotipo, no pudo ser tratada con los tratamientos que había convencionales. "Estiven esperando todos estos anos ata que me deron o novo tratamento en enero de 2015. Neste tempo, o meu fígado foise resentindo". Está curada desde mayo de 2016. "Foi un gran avance. A miña calidade de vida mellorou. Síntome útil e durmo ben. Antes, tiña insomnio e sentíame apática", recuerda.

TRATAMIENTO A PRESOS

Con motivo del Día Mundial, Lucía Martínez (nombre ficticio), afectada por hepatitis C de 52 años, reclama una mayor atención a los presos. "Teñen que ser atendidos e hai que coidar a súa saúde polo ben de todos". Además, pide un cribado para conocer la bolsa de pacientes sin diagnosticar. En su caso personal, se contagió por vía sexual. "Pola miña constitución, daquelas non resistía o tratamento, o Interferón, e estiven sen tratar ata hai dous anos. Levo 26 anos co virus no corpo. O fígado está moi perxudicado. Fago vida normal, pero cánsome moito", concluye. 

Eloy Sánchez: "Creo que estamos en un buen momento para tratar la enfermedad"

La Organización Mundial de la Salud (OMS) pretende erradicar las hepatitis víricas cronificadas de aquí al 2030. "Esto dependerá de los recursos en los países menos desarrollados. El Plan Nacional permitió una inyección económica que hizo sostenible esto. Hablamos de tratamientos novedosos, que son caros. Ahora creo que estamos en una buena época para tratarlas", matiza Sánchez.
Por su parte, la plataforma gallega de afectados por hepatitis C se muestra satisfecha con la actualización del plan de abordaje de esta enfermedad causada por el virus del mismo nombre. "Agora ábrese a vía de que tódolos enfermos sexan tratados cos novos fármacos", explica su presidente, Quique Costas.

Patología SILENTE 
El colectivo de pacientes espera que se implante lo acordado en el Consejo Interterritorial de Salud del pasado mes de junio. "Para iso, fai falla financiación. Outra cuestión moi importante para nós é todo o referente ao diagnóstico e localización dos pacientes", indica. "Hai unha porcentaxe de preto dun 40% que nunca foron diagnosticados porque estamos ante unha enfermidade moi silente que non da sintomatoloxía, ou os síntomas son moi difusos, ata que está nun estadio moi avanzado", añade. En este sentido, Sánchez recuerda que las hepatitis agudas cursan con dolor, fiebre e ictericia (coloración amarilla). Sin embargo, las crónicas dan procesos que pueden acabar en una cirrosis o en un tumor hepático lentos. 

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