La inculpada aseguró que ella y su compañero sentimental habían comprado dos envoltorios de cocaína porque se iban a ir a pasar unos días a Baiona
La joven Rocío Arias Conde negó, tal como sostiene el fiscal, que los 11 gramos de cocaína que la policía halló en su bolso fueran destinados al menudeo. Más aún, también dijo que no era cierto que en la fecha en la que fue detenida, el 29 de agosto del pasado año, trabajase como camarera en un bar de la calle Remedios (la responsabilidad penal está agravada si el tráfico de drogas se realiza en un local comercial). La policía, sin embargo, sostiene que fue detenida frente al bar en el momento en que se incorporaba a trabajar.
La inculpada aseguró ayer ante la sala de la Audiencia que la juzgó que ella y su compañero sentimental habían comprado dos envoltorios de cocaína (uno con 10,3 gramos y otro con 1,2) porque se iban a ir a pasar cuatro días a Baiona a la playa.
Contradicción
Arias Conde manifestó que ella y su pareja, en el momento de la detención, "no no dirigíamos al bar sino que nos íbamos de vacaciones, pero habíamos quedado antes con mi hermano".
Pese que ella aseguró que el bolso en donde fue hallada la droga lo llevaba su novio, la policía que la arrestó la contradijo porque, según su versión, "era ella la que iba con el bolso y el novio llevaba una mochila".
La fiscal reclama para la inculpada siete años de cárcel y multa de 2.800 euros, mientras que la defensa solicitó la libre absolución. En su alegato insistió en que la joven no trabajaba ya en ese bar desde unos días antes, recalcando, además, que la imputada está tratando de dejar las drogas y por ello sigue un tratamiento con una psicóloga.
