OURENSE

Coello planeó el asesinato con tres tiros de pistola eléctrica

La mujer que contrató a un sicario le propuso utilizar esa arma por ser un método 'que no ensucia'

El sicario que fue contratado por Sonia Coello Pinto, encarcelada desde el jueves por querer asesinar a la jefa de su último compañero sentimental, iba a recibir 3.000 euros por el encargo. De hecho, la mujer llegó a ingresarle 150 euros a modo de anticipo antes de viajar a Ourense el pasado martes y ser detenidos ambos (la policía lo dejó en libertad a él).

Coello Pinto localizó al hombre que se anunciaba para "cualquier tipo de trabajo" en una deep web o internet profunda, es decir, contenidos que no forman parte de los sitios que pueden ser indexados por los buscadores y a los que cualquier usuario puede tener acceso desde un navegador corriente.

En esta parte oscura de la red, que requiere un software especializado para poder acceder (conocido como Tor), es un nicho donde se ofertan drogas ilícitas, pornografía, armas y hasta asesinos a sueldo, según comentan fuentes judiciales cercanas al caso.

En el caso de Sonia Coello, localizó al sicario, en la deep web "torcebollachan", en donde un ecuatoriano de 30 años, residente en Palencia, que en ese momento estaba en el paro, ofertaba sus servicios de todo tipo (sin especificar).

La mujer inicialmente le propuso el secuestro de una o incluso dos personas y, finalmente, acabó por formularle el asesinato de una mujer, la jefa de su último ex novio, el mismo que ya la había denunciado en julio de 2009 porque descubrió que Sonia quería matar a su primera pareja y padre de su hijo mayor.

Sin embargo, la alianza entre la ourensana y el ecuatoriano, en un momento de las conversaciones, se trastocó. De esta forma, el 17 de junio el hombre acudía a la Comisaría de Policía de Palencia para denunciar que una desconocida pretendía contratarle a través de internet para asesinar a una persona. Pero ¿y qué fue lo que hizo que la delatase? Según fuentes de la investigación, el sicario se sintió amenazado por Sonia Coello cuando en un momento dado él aplazó el viaje a Ourense y ella se enojó haciéndole entender que sabía que tenía un hija y lo importante que era para él.

Pero si esto atemorizó al sicario, no menos la forma en la que ella planificó la muerte de su presunta víctima. En los correos remitidos al sicario, habla con gran precisión de "dejarla seca" con una pistola eléctrica: un disparo en el cuello para inmovilizarla y dos en el pecho para matarla porque, según aclaraba en los mails, era un método "que no ensuciaba".

En el maletero de su coche, el día en que fue a recoger al ecuatoriano a la estación de tren, la policía judicial se incautó de todo el material necesario para "eliminar" al objetivo: un pico, una pala, guantes, unas botas y un bote de sosa cáustica para echar en la fosa que iban a excavar después en una pendiente con silvas a 15 minutos de Pereiro de Aguiar, concello en el que ella reside.



Indulto

La detenida, ya en prisión desde el jueves, tenía pendiente de cumplir una condena de tres años por un delito similar (proposición de delito de asesinato) tras ser juzgada hace ahora un año. El fallo de la Audiencia fue recurrido al Supremo en casación pero no aminoró su pena. También reclamó un indulto que contó con el informe desfavorable del ministerio fiscal.

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