Las trabajadoras de Linorsa aceptan cobrar desde marzo

Las trabajadoras de Linorsa, la empresa concesionaria del servicio de limpieza de colegios públicos de la ciudad, aprobó, por unanimidad, adherirse al compromiso de la compañía de regularizar los pagos de sus nóminas desde mediados del mes de marzo, un planteamiento que se realizó el pasado miércoles en la reunión que mantuvieron en Vigo directivos de Linorsa, el administrador concursal, el alcalde de Ourense, Jesús Vázquez, y representantes de los trabajadores.

La decisión quedaba en manos de la plantilla, que celebró una asamblea ayer por la mañana para someterla a votación. Con el voto afirmativo de todas las asistentes, las trabajadoras quedan en manos ahora de que la empresa cumpla lo prometido, que supone pagar los 30 días previos a la declaración del concurso, que fue el 19 de abril, y a partir de esa fecha ir abonando los salarios dentro de los pagos concursales establecidos por el convenio de acreedores. El resto de nóminas pendientes -diciembre, enero y febrero- se tendrán que reclamar mediante el Fondo de Garantía Salarial (Fogasa).

Una vez realizada la votación, la presidenta del comité de empresa, Belén López, comunicó personalmente al alcalde de Ourense la decisión, por lo que el Concello procederá también a abonar las facturas pendientes a Linorsa, que dejó de pagar una vez que conoció que la empresa no cumplía sus obligaciones con las trabajadoras.

La plantilla recibió también ayer los ánimos de la junta de personal docente no universitario de Ourense, que piden también la gestión pública del servicio de limpieza.

Concesión

La junta de gobierno local aprobó ayer el expediente para el nuevo contrato de limpieza de centros educativos. El actual, que ha generado tantos problemas, concluye en junio. Jesús Vázquez, anunció que el precio de licitación asciende a 886.588,75 euros y la duración del contrato será de dos años, concluyendo en junio de 2018, aunque con opción de prórroga. El regidor indicó también que se endurecen los mecanismos de supervisión para "evitar situaciones" como la actual con la plantilla de Linorsa. "Se medirá el servicio por horas para que sea más fácil supervisar los trabajos, cualquier incumplimiento facilitaría abrir un expediente o proceder a la rescisión", indicó Vázquez.