OUFF 2018

El futuro del Festival de Cine de Ourense, en el aire por la ley de contratación

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photo_camera Fran Gayo, en una imagen tomada en octubre del pasado año.

Su director, Fran Gayo, expresó su intención de no seguir al frente

En peligro de muerte. Esa es la frase que tal vez mejor podría definir el momento en el que se encuentra actualmente el Festival de Cine de Ourense, el OUFF, al encontrarse su continuidad en la cuerda floja.

¿El motivo? Todo apunta a cuestiones burocráticas y administrativas motivadas, según parece, por la entrada en vigor de la nueva ley de contratación pública. Fran Gayo, director del festival, había llegado esta semana a Ourense para ir avanzando en la programación y en el esqueleto del evento, contando incluso con algún firme candidato para recibir el premio de la ciudad y con largometrajes apalabrados.

Pero ha surgido de nuevo el conflicto. Según destacan fuentes cercanas a la administración local, la nueva ley no pone ningún obstáculo a la contratación de Fran Gayo como director, pero sí lo hace en cambio para proceder a la contratación de su equipo, de las personas que él considera imprescindibles para el proyecto.

Ante este nuevo contratiempo, Gayo ha manifestado en privado su enfado y su decisión de, al menos en esta edición, no continuar al frente del OUFF. Por ahora.

¿Posibles alternativas? O bien, según la legalidad actual, proceder a la convocatoria de un concurso público o que Gayo prescinda de crear su propio equipo y lleve el Festival adelante con el actual personal contratado en la Concejalía de Cultura, que dirige Belén Iglesias. Pero parece que, a día de hoy al menos, ninguna de las dos posibilidades sería una solución factible.


Retraso en los pagos


El director creativo del OUFF ya había manifestado hace unos meses, a través de una carta enviada al Concello, su malestar por el retraso en el pago a proveedores y premiados de la pasada edición e hizo públicas sus dudas sobre su continuidad en un proyecto en el que lleva implicado ya dos ediciones. Pero finalmente, y tras una serie de conversaciones, alguna matización y algunas condiciones, había aceptado volver a ser de nuevo capitán del festival. Decisión de la que, según ha hecho saber a algunas personas, ahora se arrepiente.

Así las cosas, el futuro del OUFF parece que pinta bastante negro, ya que el tiempo necesario para su puesta en marcha y con el nivel que se merece, se va agotando. 


Una historia de desencuentro


La historia de amor entre el Festival de Cine y Fran Gayo ya tuvo en la pasada edición dos caras: por un lado, la pasión por un proyecto ilusionante, y por otro, además de la  ausencia de una mayor comunicación entre director creativo y Concejalía de Cultura, que gestiona Belén Iglesias, estuvo el gran desencuentro con  la parte más burocrática que convirtió en una lucha titánica sacar adelante parte del programa del OUFF, con secuelas que se hicieron sentir aún meses después. Un a vez finalizada la pasada edición, hubo voces que  mantuvieron que quizás hubiese que comenzar a abordar si la fórmula  jurídica del festival estaba siendo la  más adecuada  o si tal vez sería  conveniente una mayor independencia organizativa, a través de un patronato u otra figura similar. Debate que ahora ha vuelto a ponerse sobre la mesa, aunque no para esta próxima edición, que ya llega demasiado justa, si es que llega, a su puesto de salida. El lunes habrá, con toda probabilidad, "fumata": blanca o negra.

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