El Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, a través de la Confederación Hidrográfica del Miño-Sil, y la Diputación de Ourense impulsarán el proyecto de cooperación transfronteriza "A raia termal", que persigue la protección y promoción del patrimonio natural y fluvial a través de los recursos termales de Bande, Cortegada, Lobios y Muíños, en Ourense, y los portugueses de Melgaço y Terras do Bouro.
La iniciativa, que contempla una inversión de 2,5 millones de euros de los cuales la Unión Europea, aportaría un 75%, persigue el desarrollo de actuaciones en los espacios transfronterizos termales ubicados en las cuentas de los ríos Miño y Limia, con el objetivo de fomentar un turismo termal de calidad relacionado con el ocio, la salud y el patrimonio.
Dos líneas conformarán el eje de actuaciones en los seis municipios "arraianos". Por un lado, se persigue mejorar la calidad de las aguas en estos concellos, algunos con una larga trayectoria en el termalismo y otros con proyectos de futuro, y proteger las zonas donde afloran estos manantiales "de tal manera que se eliminen los puntos de contaminación", matizaba el presidente de la Confederación Hidrográfica del Miño Sil, Francisco Marín. Por otro lado, y dada la estratégica ubicación en dos importantes áreas fluviales (Miño y Limia), las administraciones trabajarán para poner en valor toda la riqueza natural vinculada al territorio termal, con la creación y rehabilitación de paseos fluviales y la promoción de itinerarios y productos turísticos transfronterizos.
Candidatura europea
Una vez firmado el protocolo, técnicos y alcaldes se volverán a reunir para analizar las necesidades y peculiaridades de cada uno de los territorios y elaborar una candidatura común que se presentará al nuevo Programa de Cooperación Transfronteriza entre España y Portugal -Interreg V A-, que fue aprobado el pasado mes de febrero y que, previsiblemente el próximo mes de junio, abrirá el plazo para la presentación de nuevos proyectos transfronterizos. Una línea de ayudas de la Unión Europea que contempla un presupuesto de 382 millones de euros durante el periodo 2015–2020.
