Tráfico tuvo en cuenta la siniestralidad mortal del punto, entre O Viso y Gustei, a lo largo de estos años para ubicarlo
Acostumbrar al conductor a circular por tramos largos o peligrosos de forma sostenida a una velocidad prudente. Sin acelerones. Este es el objetivo que persigue la Dirección General de Tráfico (DGT) con la instalación, en unas semanas, del primer radar por tramos de la provincia -el quinto de toda Galicia- y el único en carreteras secundarias. Para ello, ha escogido la N-525, a la salida de la ciudad, entre O Viso y Gustei (Coles), un punto conflictivo, a veces incluso negro por su elevada siniestralidad mortal a lo largo de los años, y que actualmente está limitado a 80 kilómetros por hora.
El dispositivo para controlar la velocidad en un determinado tramo -en el que se lee la matrícula al inicio y al final y se multa al conductor si rebasa la velocidad media en el recorrido establecido- estará instalado en sentido Santiago, donde hay dos carriles de subida en los que se han producido prácticamente todos los choques o salidas de vía mortales. "El que va por el carril rápido invade el sentido contrario e impacta frontalmente contra quien va sentido Ourense, pero es el que circula sentido Santiago quien infringe casi siempre", aseguran fuentes de la Jefatura de provincial de Tráfico.
La siniestralidad en este punto es tenida muy en cuenta por el Subsector de Tráfico de la Guardia Civil, según reconoce su capitán, Ángel Rafael Rodríguez. En su programación de servicios, incluye de forma habitual la presencia de patrullas entre Gustei y Cambeo.
Al tiempo que se instala este dispositivo, la DGT refuerza los controles en esa carretera secundaria con una cabina a mayores en Gustei, pero sentido Ourense. Actualmente, Tráfico dispone de 10 cabinas de radar fijo en toda la provincia. Siete de ellas están en la A-52 (Benavente-Vigo), además de dos en la N-525 (Ourense -O Viso- y polígono de San Cibrao das Viñas) , una en la OU-540 en Barbadás y otra en la N-120 (Vilamartín).
La DGT publicó recientemente en su web (www.dgt.es) un listado con 27 tramos susceptibles de ser vigilados por las patrullas de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil con sus cinemómetros móviles. En la selección, tuvo en cuenta criterios como la peligrosidad, la alta accidentalidad, la gravedad de los siniestros y la elevada velocidad a la que se circula por esas vías. La información que se hizo pública no se limita a un punto concreto sino que afecta a tramos que pueden ser de apenas un kilómetro (OU-113 entre los kilómetros 1,7 y 2,5) pero también de más de 30 (la N-525 del km 239,4 al 271,6).
Sin olvidar, el helicóptero con radar (Pegasus) o los coches camuflados que realizan vigilancias mientras circulan por la red viaria. La Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil en Galicia cuenta en la actualidad con 40 vehículos con matrículas civiles provistos de radar.
El primer dispositivo de tramo que se puso en marcha en Galicia fue el instalado en el túnel de O Sartego, cerca de Ferrol en la AP-9. También hay otro en la Transcantábrica, en la zona de O Fiouco (Lugo), en el tramo que comunica Abadín con Mondoñedo; la AG-55 (en el viaducto de Loureda a su paso por Arteixo -A Coruña-) y la AG-64, la autovía de Ferrol a Vilalba en la bajada de As Pontes a Ferrol.
