SANIDAD

Un programa del CHUO logra mejorar casos de incontinencia

Piñor. 29-07-15. Local. Reportaxe sobre solo pélvico no hospital de Piñor. Esther Estévez e María Jesús López.
Foto: Xesús Fariñas
photo_camera La isioterapeuta Esther Estévez y la médico María Jesús López.

Una médico y una fisioterapeuta centran su trabajo en la recuperación del suelo pélvico 

'Incontinencia' es una palabra siempre asociada con la incomodidad, pero también con otros atributivos negativos más relacionados con un carácter reprimido y tímido o con el temor a problemas en la socialización. Con mayor incidencia en mujeres, este problema de salud a menudo está relacionado con el sobreesfuerzo del llamado suelo pélvico, un conjunto de músculos, tendones y ligamentos sobre los que se sustentan órganos del abdomen como la vejiga, la vagina y el útero –o la próstata, en el caso de los hombres–.

Uno de los principales causantes de estos sobreesfuerzos es el parto, aunque estos también pueden ser consecuencia de traumatismos aislados, de patologías, de debilidad de la musculatura de esta estructura o de la práctica de determinados deportes de carrera o salto. La confluencia de varios órganos de aparatos diversos, como el reproductor, el excretor o el digestivo, centra en esta zona del cuerpo parte del trabajo de numerosos especialistas médicos.

Uno de ellos son los urólogos, centrados precisamente en el tratamiento de problemas relacionados con la incontinencia urinaria. Para reforzar el combate contra este incómodo problema de salud, una unidad del CHUO, integrada por la médico María Jesús López y la fisioterapeuta Esther Estévez, es la encargada de trabajar con pacientes derivados desde Urología.

Varios métodos para un fin

El proceso comienza con una valoración en consulta por parte de la facultativa para pasar, en la mayoría de los casos, a compaginar un tratamiento a base de medicamentos, electroterapia, un trabajo de ejercicios de fortalecimiento a realizar en casa y las sesiones llevadas a cabo por la fisioterapeuta. No obstante, conforme sea la respuesta del paciente, la rutina va siendo adaptada.

Así, en cuanto al trabajo de fisioterapia, Esther Estévez apunta que cada sesión "suele tener una duración de unos 40 minutos", mientras que el número total que se necesita para mejorar el estado del suelo pélvico "siempre dependerá de la gravedad de cada caso". Otra de las partes importantes del procedimiento de esta unidad es el llamado biofeedback, a través del que el paciente observa a través de una pantalla la contracción muscular del suelo pélvico a la hora de realizar uno de los ejercicios que especifica la médico. "De este modo, ven por sus propios ojos cuándo están logrando el efecto correcto y aprenden cómo se ejecuta correctamente", señala la fisioterapeuta, que añade que con este proceso "también se refuerza la motivación del paciente".

María Jesús López explica que desde la puesta en marcha de la unidad, en 2012 –bajo la gestión de la doctora Lucía Camino–, "ya hemos superado el centenar de pacientes". A estos se les sumarán, en su día, los más de 50 pacientes que están pendientes de probar este innovador método, "que está teniendo mucha demanda".

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