JUSTICIA

La sobrecarga de trabajo colapsa los juzgados de familia y mercantil

Ourense. 23-10-2015.Juzgado de Familia. Paz
photo_camera El Juzgado de Instancia 6 lleva los asuntos de familia, incapacidades e internamientos.

La comisión permanente de la Sala de Gobierno del TSXG acaba de decidir como medida urgente un juez de apoyo para Instancia 6

La sobrecarga de trabajo en los seis juzgados de primera instancia de la ciudad es preocupante. Lo lleva siendo este último lustro y en 2015 se agudizó aún más. Sobre todo, en dos de ellos, el de familia (instancia 6) y el mercantil (instancia 4), cuyas titulares no dudan en asegurar que trabajan en órganos completamente “saturados”. No sólo asumen la materia que le es propia por su especialización sino otros asuntos de índole civil que entran en el reparto.

La magistrada de instancia 6, Laura Guede Gallego, dio un golpe en la mesa cuando en una junta de jueces a comienzos de año reclamó exclusividad ( atender asuntos de familia como divorcios, retiradas de patria potestad y también incapacidades e internamientos ). Pero por la organización actual de trabajo, también le compete en exclusiva la jurisdicción voluntaria -consignaciones judiciales, expedientes de dominio, declaraciones de herederos, enajenación de bienes, adopciones, acogimientos, expedientes de tutela, etcétera- y las divisiones de herencia, lo que representa unos 200 asuntos anuales. Su petición no tuvo éxito entre sus compañeros ya que el resto de órganos civiles también están por encima de la media. Ahora bien, con fecha del 30 de abril, recurrió la negativa ante la Sala de Gobierno del TSXG.

Para Guede, la estadística no miente: “Este juzgado lleva el doble de asuntos que los demás”. Así pues, según dice, familia cerró 2014 con 1.950 (este 2015 ya superó los 1.400), sin contar las medidas provisionales que dan lugar a otros procedimientos, frente a los 1.013 asuntos de instancia 1; los 960 de instancia 2; 1.023 del número 3; 1.012 del mercantil o los 1.025 de instancia 5”.

Además, la jueza recuerda que tras los cifras hay necesidades urgentes: "Si te retrasas, por ejemplo, impides a los padres ver a sus hijos", comenta a modo de ejemplo. Por eso se prioriza la temática familiar sobre cuestiones como los expedientes de dominio para inscribir fincas, que pueden tardar año y medio en resolverse.

La saturación ha ido en aumento desde 2010, ya que los juzgados civiles, especialmente el mercantil, junto a los sociales, han sido también los grandes fedatarios de las consecuencias de la crisis económica. Instancia 4, por ejemplo, tiene vivos 200 procesos que afectan a empresas o personas físicas en concurso, a lo que hay que sumar la idiosincrasia que acompaña a los periodos de recesión. “La gente, en esta situación de crisis, reclama por todo”, apostilla Eva Martínez, la magistrada titular. Esta última argumenta y echa mano de los números para reflejar lo qué sucede en su sede: “Tuvimos el último año 1.012 procedimientos con número de registro pero hay que añadir los escritos que entran por decanato en materia concursal. Fueron 6.609 de los que una cuarta parte, siendo muy generosa, derivó en un asunto nuevo a computar”.

Soluciones

En otras instancias, el Servicio de Inspección del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) ya dejó constancia que Instancia 6 precisa un juez de apoyo ante una realidad incontestable y extensible: los juzgados civiles del Partido Judicial de Ourense sufren una sobrecarga de trabajo superior al 150%, el indicador a partir del cual se considera que un órgano está saturado (rebasarlo significa que tienen un 50% más de carga de trabajo que la que puede asumir).

En 2014, la saturación de los juzgados civiles de la ciudad se situó en un 171% y la estimación para 2015 es ya del 178%, según fuentes de la Sala de Gobierno del TSXG, un dato que sólo rebasará A Coruña con un 180%. Por esta razón, el pasado viernes la comisión permanente acordaba como medida de urgencia dotar de un juez de apoyo a instancia 6 (familia).

Pero, por ahora, el grito que clama desde la Junta de jueces de Ouerense por un séptimo juzgado de instancia para que puedan especializarse el 4 y el 6 queda en el aire. En la última memoria del TSXG, la provincia de Ourense figuraba como la única de las cuatro gallegas en la que no se considera necesaria la creación de nuevos órganos judiciales con referencia expresa a la necesidad de juzgados de lo social y mercantil en A Coruña; familia y social en Vigo, con una plaza más en la sección civil de la Audiencia de Lugo.

Aunque dentro de la sala hay miradas enfocadas a Ourense. Es el caso del presidente de la Audiencia, Antonio Piña, para quien “urge la necesidad de que tanto el juzgado de familia como el mercantil se configuren como exclusivos ”.

Pero esta demanda es compartida por todos los operadores jurídicos. Las peticiones de Guede y Martínez fueron repaldadas por los colegios de abogados y procuradores ante la congestión que padece y que se traduce en demoras en la tramitación.

El decano de los procuradores, Ricardo Garrido valora que “un solo juez que lleve todos los procedimientos mercantiles de la provincia es algo desproporcionado y da lugar a retrasos tremendos pero no porque la titular no sea capaz de llevarlo. Es demasiada carga de trabajo”. 

Mercantil: ‘Asuntos de abril se verán en febrero de 2016'

El proceso concursal de una pizarrera valdeorresa, la liquidación de un pequeño taller de carpintería de la ciudad, la impugnación de acuerdos sociales o cuestiones de competencia desleal. Desde las demandas de un consumidor contra la compañía aérea que le perdió la maleta o las rubricadas por la Sociedad General de Autores por los impagos de los bares en toda la provincia (y son muchas).  Estas y otras materias del mismo ramo llegan todos los días al despacho de la magistrada Eva Martínez Gallego. Su juzgado funciona como otro de primera instancia ordinario, aunque se le turnan menos asuntos -uno de cada cinco-, pero, además, es el único de toda la provincia con competencia mercantil.


La titular es contundente a la hora de describir a situación de su sede: "Estamos completamente desbordados, porque no tenemos una exoneración de carga de trabajo que permita a la oficina funcionar".
 Martínez Gallego dice que ese panorama se traduce en juicios que se retrasan y jornadas maratonianas con trabajo mañana y tarde todos los días de la semana.  "No hace mucho tiempo estábamos señalando, con muchos esfuerzo de la oficina, a mes y medio o dos meses desde que entraba el procedimiento verbal, pero ahora es completamente imposible y hemos pasado a los cuatro o cinco meses", señala la togada. Y ello, pese a los 12 juicios fijados para los días de vistas (24 a la semana). A lo que habría que sumar los asuntos que se resuelven sin juicio (materia concursal).


Los procesos ordinarios , cuya tramitación exige más tiempo, van má allá en el calendario: "Estamos señalado para febrero de 2016 procedimientos que han entrando en abril o mayo de este año".
En caso de que prospere la petición de un nuevo juzgado de instancia para Ourense para su oficina sólo lleve materia mercantil, supondría, según valora la jueza, "un 20% menos de trabajo -no llega a 200 procedimientos-". Un balón de oxígeno. 

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