Ourense recibe al año unos 110.000 visitantes, de los que un 10% son extranjeros. Las instituciones han hecho de la promoción turística uno de sus estandartes, pero el propósito choca con la realidad: la señali

Volviendo loco al GPS

En Bóveda, Amoeiro, una señal doble indica la distancia y el emplazamiento del Pazo Museo de Otero Pedrayo, pero en direcciones opuestas, lo que genera confusión (Foto: A.Nespereira)
Se chego a cobrar un euro por cada información que dou para ir á Ribeira Sacra ou aos cañóns do Sil, hoxe estaría millonario'. La expresión, con carga de retranca, se escucha en una de las aldeas que bordean el citado núcleo turístico. Otras similares se pueden oír en cualquiera de los pueblos que se ubican en la antigua C-546, en la N-120 entre la capital y Os Peares o en la N-536, porque la señalización para ir a uno de los enclaves más espectaculares del paisaje provincial es incluso equívoca. La Ribeira Sacra es un ejemplo, pero no el único.
La Xunta, en un intento de 'reforzar la imagen de Galicia como destino turístico y la optimización de la calidad de su oferta turística', aprobó el 16 de febrero del 2012 un decreto cuya declaración de intenciones supone 'regular la señalización turística de Galicia' aprobando el 'Manual de Señalización Turística'. El texto modificaba un reglamento similar del año 2008, pero ni aquel ni éste parecen ser suficientes para que cumplan su propósito: señalar los puntos de interés y guiar hasta ellos a los eventuales visitantes. Es más, lo infrecuente es ver desde las carreteras las señales del manual que el Gobierno gallego implantó hace algo más de un año y lo común es observar como en algún cruce conviven indicadores que señalan un monumento con otros que promocionan una churrasquería.

En la localidad de Bóveda, en el Concello de Amoeiro, hay dos señales que indican que la casa museo de Otero Pedrayo, ubicada en Trasalba, se encuentra a nueve kilómetros, pero una invita a girar a la izquierda y la otra a la derecha. En esa zona, como en otras muchas de la provincia, perviven señales descoloridas de fondo azul que la Diputación implantó en los ochenta del pasado siglo y que indican supuestos lugares de interés, pero a su lado hay otras colocadas por otras administraciones, incluso contradictorias o comidas por la maleza. En la Ribeira Sacra, en Os Peares, en el kilómetro 550 de la N-120 (dirección Monforte) se encuentra una de las vías de entrada a este espacio paisajístico y de acceso al catamarán del Sil, y así lo atestigua un indicador, pero 600 metros antes otra señal aconseja tomar la dirección contraria. Sobre el puente de la confluencia del Sil y el Miño hasta siete carteles anuncian lugares distintos y en la entrada a Os Peares desde la N-120 hay once señales en la isleta de desvío.

'La señalización en Ourense es confusa, por lo tanto es mejorable y haría falta normativizar su uso porque en algún cruce ya no hay donde poner más indicadores'. José Manuel Rodríguez, gerente del Patronato Provincial de Turismo, reconoce este importante déficit en la promoción de los elementos visitables de Ourense, si bien matiza que 'hoy la mayoría de los viajeros llevan medios tecnológicos como GPS o aplicaciones móviles para localizar los sitios a los que quieren ir'.

Sin embargo, no todos los GPS reconocen, por ejemplo, el lugar del embarcadero de Santo Estevo para tomar el catamarán con el que recorrer la Ribeira Sacra. Si al aparato se le pueden incluir coordenadas (N 42º24' 27,99' W 7º 38' 33.13') llegará con cierta comodidad, de lo contrario deberá programar Nogueira de Ramuín. O bajar la ventanilla y preguntar en cualquier pueblo, como la mayoría.

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