MEDIO AMBIENTE

La Xunta investiga una gran tala en una parcela de Seixalbo

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photo_camera El pequeño monte donde se ubicaban los árboles talados es ahora un desolador claro inmenso

Un expediente trata de verificar si parte de los árboles arrancados estaban protegidos por Medio Rural

Una de las grandes masas forestales del Concello de Ourense ya no existe. La Consellería de Medio Rural ha abierto un expediente de investigación, como consecuencia de la denuncia de la Guardia Civil contra una tala masiva de árboles en una parcela boscosa contigua a Seixalbo.

Se trata de unos terrenos privados, propiedad de una promotora que tenía intención de edificar sobre estos. El PXOM de 2003 los reconocía como suelo urbano, pero tras la caída de este Plan de Urbanismo regresaron a la condición de suelo rústico que fija el ordenamiento de 1986, que rige ahora el urbanismo de la ciudad hasta la aprobación de otro Plan.

Según explican fuentes del Concello, una empresa de tala forestal contratada por los propietarios acudió a las oficinas de Urbanismo para solicitar una autorización de inicio de los trabajos, pero dada la nueva calificación de estos terrenos, se les remitió directamente a la Xunta, ya que corresponde a la administración autonómica, y no a la local, determinar o no la pertinencia de talas en suelo rústico.

El expediente de la Xunta, pendiente todavía de cerrarse, busca confirmar si alguna parte de la superficie talada se corresponde con espacios catalogados como masas forestales por Medio Rural. Si así fuese, sería obligatorio disponer de un permiso específico para emprender la tala de árboles en una de estas zonas.

Tras la denuncia de la Guardia Civil, un técnico de la administración autonómica procedió a inspeccionar los terrenos objeto de los trabajos –que finalizaron en la primera quincena de febrero–, y la actual misión de Medio Rural consiste en verificar si este informe técnico recoge una tala de árboles sin permiso en un espacio protegido. En función de las conclusiones que se alcancen, explican desde el Ejecutivo autonómico, se procederá o no a sancionar a los propietarios de los terrenos.

Mayoritariamente, los árboles afectados por esta tala son pinos, pero los trabajos también han acabado con algunos ejemplares de especies como robles, madroños o alcornoques. Según lamentan vecinos de la zona, muchos de estos árboles eran centenarios.

Quejas y malestar

El descontento de quienes habitan o frecuentaban el entorno de esta zona forestal es patente. La rapidez con la que se completaron estos trabajos de tala y se retiraron los restos de los árboles ha causado sorpresa y malestar generalizado. El contraste entre lo que era uno de los pulmones verdes del entorno de la ciudad y la imagen desoladora que presenta actualmente es una fuente de descontento generalizada que no ha pasado desapercibido entre propios y extraños.

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