REPORTAJE

“En Correxais, desconecto"

photo_camera Laura Ester muestra sus medallas, en la casa familiar de Correxais (Vilamartín) (J.C.)

Con solo 24 años, la "perla" de la selección de waterpolo, ya conoce qué es ganar un Campeonato del Mundo, un Europeo o una plata olímpica. Laura Ester Ramos pasa unos días en Correxais (Vilamartín) para "desconectar"

Nació en Barcelona, hace 24 años, pero en Correxais (Vilamartín) es bien conocida. De este pueblo es su padre y hasta aquí se desplaza muchos veranos para desconectar. "Hace tres años que no venía, pero antes solía venir cada verano. Pasamos un mínimo de cuatro o cinco días para ver a la familia", explicó Laura Ester Ramos. Esta catalana de raíces valdeorresas defiende desde 2008 la portería de la selección española de waterpolo, con la que comenzó a competir, ya en categorías inferiores, en 2006. Con el equipo nacional ganó el Campeonato del Mundo, el Europeo y una plata olímpica. Además, con el Club Natación Sabadell ya lleva tres copas de Europa, la "Champions" de este deporte, además de ganar cuatro ligas, otras tantas copas de la Reina y el mismo número de supercopas. "Con el Club Natación Sabadell llevamos dos años sin perder un partido, ni nacional ni internacional", explicó.

Pocos deportistas pueden colgar tantas medallas en sus vitrinas, pero el waterpolo es un deporte minoritario y sus figuras, y Laura Ester lo es, no gozan del reconocimiento que sí consiguen las de otros deportes, muchas veces con menos méritos. La joven deportista es consciente del carácter minoritario del juego que le apasiona. "En Cataluña es donde más se practica. Ahora, se va extendiendo al resto de España", explicó.

La portera del Club Natación Sabadell sabe que las grandes metas solo se consiguen con esfuerzo y ella se esforzó. Entrena cuatro horas diarias y dos más si toca selección, eso sin descuidar los estudios de Bioquímicas, en los que ya superó el 2º grado. No tiene reparos en dar a conocer la receta de para triunfar con el waterpolo: "Lo más importante es que te guste el deporte que haces. Tener ganas y predisposición por entrenar, y querer mejorar siempre".

Las instalaciones que requiere este deporte prácticamente se reducen a un piscina de 25 por 15 metros, con 2 de profundidad y dos porterías. "Con eso es suficiente para jugar", dijo. "Estaría bien que el waterpolo creciese y hubiese equipos en toda España y ¿por qué no? en Galicia. Aquí cerca", añadió.

Estos días, en Correxais, cambió el mar de Barcelona por los montes de su padre. "Aquí, venimos a desconectar de la ciudad, ver la naturaleza y estar relajada. Olvidarte de todo. Siempre es bonito venir. Estar en el pueblo, ver a gente que no ves durante el año o simplemente pasear y ver paisajes: desconectar", comenta. Ayer, la familia de la waterpolista programó un viaje para visitar Las Médulas bercianas, donde los romanos arrancaron el metal de muchas de sus medallas: el oro.

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