Varios pueblos están sin suministro y las capitales municipales intentan reforzar su abastecimiento
La falta de lluvias y la situación de prealerta de sequía que mantiene la Confederación Hidrográfica do Miño-Sil llevaron a varios concellos del oriente provincial a tomar medidas ante un más que posible verano seco. En A Pobra de Trives, pueblos como San Lorenzo, Paraisás o San Xoán de Barrio ya sufren las consecuencias de la falta de agua en sus teaídas. Lo apuntó el concelleiro de Medio Rural, Domingo Diéguez González. Añadió que los vecinos de este último núcleo, San Xoán de Barrio, ya solicitaron enganchar sus conducciones a las de la traída municipal.
La apertura de pozos y la creación de comunidades de aguas son las soluciones buscadas por los vecinos, según apuntó el alcalde, Francisco José Fernández Blanco. Dijo que estos colectivos van a más y también apuntó que la población cada vez está mentalizada en la necesidad de no malgastar agua. En este sentido, explicó que el Concello distribuyó por las parroquias un bando advirtiendo de que el agua de la traída es para uso exclusivamente doméstico.
Aquí, el problema no está solo en el rural, también las zonas altas de la villa podrían sufrir las consecuencias del estiaje a partir del 25 de julio, cuando la población se multiplica con la llegada de emigrantes y turistas. Para prevenir la falta de agua en los meses de verano, el anterior equipo de gobierno popular construyó en 2005 una estación de bombeo en el embalse de Guístolas, en el río Navea. La solución es válida, pero la obra no fue rematada y las conducciones de la villa no fueron sustituidas por otras, adaptadas al nuevo caudal. Esta situación se traduce en problemas de presión en las zonas altas del casco urbano. La solución, renovar las tuberías, una obra que cuesta aproximadamente 200.000 euros y que el alcalde, Francisco José Fernández, aseguró haber solicitado a Augas de Galicia. En todo caso, regidor afirmó que solo con ejecutar la primera fase este año, "sería fabuloso".
A Rúa y Petín también agilizan los movimientos para evitar los posibles problemas que puedan derivarse de la escasez de agua y el aumento de la población en verano. La Mancomunidade de Augas de A Rúa-Petín aúna los esfuerzos de los dos concellos en materia de abastecimiento y su actual presidente, pues el cargo es rotativo: el alcalde petinés, Miguel Bautista Carballo, anunció la compra de tres bombas, que trabajarán sumergidas en el embalse de San Fiz, en el cauce del Xares. Desde aquí, suministrarán el caudal suficiente para evitar cualquier problema de la traída de las dos localidades, incluso las que podría acusar A Rúa, incluso bombeando desde el embalse de San Martiño, en el Sil.
El alcalde petinés se reunió ayer con los responsables de Iberdrola, responsable del embalse de San Fiz, para informarles de la solución adoptada por la Mancomunidade. "É a que menos obra precisa, a máis barata e máis rápida", explicó Miguel Bautista. El sistema tendrá carácter provisional, y las bombas podrán retirarse en invierno para volver a colocarlas siempre que sea necesario. Costarán 32.000 euros y estarán listas para funcionar a principios de agosto.
