REPORTAJE

Dos vecinos de Manzaneda, toda una vida en el monte

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photo_camera José Luis Fernández y Santiago Fernández, ayer.

La montaña no tiene secretos para Santiago Fernández y José Luis Fernández. La jubilación parcial les llegó después de toda una vida trabajando en la estación invernal que vieron nacer: la de Manzaneda.

Eran muy jóvenes cuando se incorporaron a la estación de montaña de Manzaneda. Santiago Fernández Pérez (jefe de explotación) y José Luis Fernández López (mantenimiento), de 62 y 61 años, respectivamente, contribuyeron con su trabajo a levantar lo que hoy en día es el complejo invernal de Manzaneda Estación de Invierno, S.A. (Meisa), una dedicación que no pasó desapercibida para la empresa. Después de toda una vida laboral en su plantilla decidieron pasar a una jubilación a tiempo parcial que les permitirá descansar, pero también seguir en contacto con una entidad que consideran un poco suya. "Nos parece algo noso. Se aguantamos toda a vida é porque así o cremos", dijo Santiago Fernández.

 Ambos se incorporaron a Meisa a mediados de la década de los años 70, cuando la estación de montaña gallega se hizo realidad. Santiago Fernández, natural de Cova (Trives), se decidió por la jubilación parcial tras una vida de trabajos. "Levo moitos anos traballando. Xa con seis anos cuidaba vacas", comentó. Participó en el Club Alpino Manzaneda, cuyo refugio fue el  antecedente de las modernas instalaciones actuales. Ayer, aún recordaba los tiempos en los que los camiones de bebidas depositaban su mercancía en el aparcamiento, después, tenían que transportar las cajas hasta el refugio, a través de la nieve. "Tardábamos todo o día", explicó. Contratado por una empresa de construcción en 1972, trabajó en los primeros edificios de la estación de montaña, incorporándose seguidamente a la plantilla de Meisa.

José Luis Fernández también se incorporó a Meisa antes de que abriese sus puertas la estación. Corría 1976 cuando inició una relación laboral que seguirá manteniendo, aunque de forma más llevadera, con la jubilación parcial. Son más de cuatro décadas las que lleva dedicadas a una labor que no conoce horarios. "Nos 40 anos que levo en Meisa, teño subido ós postes a todas as horas do día e da noite", explicó. Su conocimiento de la montaña hace que estén entre los primeros en sumarse a la búsqueda de desaparecidos.

"Forman parte importante de la sabiduría da estación", reconocía ayer Gustavo Samartín, gerente de la estación de montaña. Tanto es así que las horas de trabajo que conlleva la jubilación parcial serán reservadas para "cuando surja algún problema". Aprovechó para presentar a sus sustitutos: Simón Rodríguez Domínguez (Mantenimiento Industrial y Electricidad) y José Álvarez Fernánez (ingeniero técnico en Telecomunicaciones y MBA en Gestión de Empresas).

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