La alcaldesa de A Rúa dijo al pleno que la falta de ayuda demora la tala de los que están enfermos
Los usuarios de la principal área recreativa de A Rúa: O Aguillón, afrontan un cierto peligro cuando se mueven entre sus árboles. Muchos de ellos, aproximadamente 300, están enfermos, según los técnicos de la Confederación Hidrográfica do Miño-Sil. Es obligada su tala; sin embargo, el Concello no acomete esta labor debido a su elevado coste -48.000 euros- y por no tener confirmada la subvención de 40.000 euros que la alcaldesa nacionalista, María González Albert, solicitó a la Xunta.
Esta circunstancia fue informada ayer, al pleno municipal, en respuesta a una pregunta del portavoz popular: Avelino García Ferradal. Este concejal llegó a plantear la posibilidad de acotar la zona para evitar que la caída de árboles, como sucede con demasiada frecuencia, pueda acabar en tragedia. La regidora afirmó haber planteado a la Xunta la posibilidad de talarlos, en tanto la Administración autonómica no resuelve la convocatoria de las subvenciones. Sin embargo, descartó esta posibilidad, al recibir por respuesta que si el Concello inicia los trabajos pierde la ayuda.
Una alternativa es la venta de la madera para costear la corta. Tampoco puede ser. Los árboles están enfermos y la Confederación Hidrográfica do Miño-Sil ordenó que sean quemados. "É un problema de seguridade moi grave. Sinalizouse varias veces, mais desapareceron as sinais", dijo la alcaldesa.
Hay más árboles peligrosos en la zona, aunque están en una finca particular. El popular Avelino García también apremió gestionar su corta con los dueños para eliminar el peligro. La regidora, María González, explicó que las gestiones comenzaron y que los propietarios "dixeron que ían cortalos".
El pleno de ayer dio para más. La Corporación aprobó la ordenanza reguladora de la Ludoteca, que plantea una subida de 20 a 25 euros al mes. Votaron a favor los cinco ediles de BNG y PSOE, absteniéndose el PP, en señal de disconformidad por las críticas que el grupo de Avelino García recibió al subir 1 euro la tasa de las escuelas deportivas cuando gobernaba.
