Desde el castillo de Vimianzo al molino marino de Cereixo

photo_camera La fuerza de las mareas mueve este molino en Cereixo

La comarca conocida como Terra de Soneira es el vestíbulo de la Costa da Morte. Allí está Vimianzo, un municipio de 187 kilómetros cuadrados, repartidos en 14 parroquias, que se encuentra a 65 kilómetros de Santiago.

La ruta de hoy nos llevará a conocer dos de sus paisajes más emblemáticos. El primero, que es el punto de partida, está en el ámbito urbano de la capital municipal, el castillo. Será el punto de partida de nuestra excursión.

El castillo no destaca por su tamaño, ya que es de dimensiones recortadas, sino por sus armoniosas proporciones. La reconstrucción nos revela una fortaleza con todos sus ingredientes: patio de armas, torre del homenaje, aljibe y distintas dependencias que hoy son ocupadas para mostrar algunas de las más representativos oficios artesanales de estas tierras: El lino, cultivado, hilado y tejido siguiendo las mismas técnicas que se empleaban hace siglos.

Siguiendo el antiguo camino de Vimianzo a Camariñas, llegaremos a la parroquia de Santiago de Cereixo. La advocación del apóstol se hace patente en el tímpano de la puerta sur de este pequeño templo románico, en el que aparece labrado un relieve de la barca que trasladó al apóstol desde Jaifa, acompañado de sus discípulos más directos. Una representación única en el románico gallego, que fue incluso empleado como grabado en el anverso de monedas acuñadas en la época de Felipe II.

Al lado de la iglesia, las Torres de Cereixo, un pazo que lleva el escudo de los Condes de Maceda y Taboada. Su construcción es de una elegante sobriedad en sillería de fábrica en la que destacan las torres de sus extremos. Un paseo nos lleva hasta el final del viaje: el molino que se mueve con la fuerza de las mareas. Uno de los pocos que quedan en Galicia.

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