Los fieles acudieron un año más a honrar a la Madanela

photo_camera Un momento de la procesión que se desarrolla en el entorno de la ermita de A Madanela, con la imagen transportada por los cofrades (Foto: Martiño Pinal)

Es la única romería del concello de Carballiño y tiene lugar en la parroquia de Santa Uxía de Lobás 

La Madanela volvió a congregar un año más a cientos de fieles en la parroquia carballiñesa de Santa Uxía de Lobás, en la que conforma la única romería que se celebra en este municipio. Desde primera hora de la mañana el ajetreo de vehículos y fieles dirigiéndose hacia la carballeira que alberga la capilla de la Santa, ubicada en uno de los puntos más altos de la parroquia, un lugar emblemático hacia el que año tras años los devotos enfilan sus pasos por estas fechas.

A lo largo de toda la jornada participaron en los numerosas actos religiosos que se ofician, teniendo como eje central la procesión. Un año más, la imagen la imagen de Santa María Magdalena salió puntual de la capilla, a las doce en punto, para recorrer el entorno natural, transportada por los cofrades, que se iban alternando con los fieles que deseaban portarla. A lo largo del recorrido, muchos devotos iban depositando sobre el manto de la imagen billetes, cumpliendo alguna promesa realizada o agradeciendo a la santa algún favor concedido.

Al finalizar la procesión, el párroco, Emilio Viéitez, ofició la misa solemne, en la que también participó el coro de la Cofradía.

El cofrade Mayor, Xosé Mon, no podía ocultar su satisfacción, ante la gran afluencia de fieles. "Este año acudieron muchas más personas que en ediciones anteriores, aunque la fiesta coincidió en un día laborable, y agradeció a la Comisión de Fiestas su implicación en la organización.

Por su parte el párroco, Emilio Viéitez, expresaba su satisfacción porque cada año "la romería va a más y los vecinos están muy implicados". Agradeció a la Madanela "que se mantenga la tradición y sobre todo, que aumente el número de fieles que se acercan hasta aquí en esta fecha".

Pero al lado del carácter religioso de la celebración se sitúa la vertiente festiva, ya que los participantes en la misma se programan para pasar toda la jornada en la zona. Familias enteras y grupos de amigos se reparten por las sombras y las mesas que se levantan por el entorno "para festejar a la Santa, con comida, bebida y lo que haga falta", porque la tradición manda que hasta el anochecer se combine lo divino y lo terrenal.

Un asiduo a la Madanela es el alcalde de Carballiño, Argimiro Marnotes. Participó en la procesión y se sumó posteriormente a la comida que se celebró en el bar de la Comisión y confesaba que "todos los años acude a esta fiesta. Mis padres me traían desde pequeño y no pierdo esta tradición".

Desde el Ayuntamiento también colaboran con la organización de los festejos y este año decidió facilitar medio centenar de mesas que se distribuyeron por la carballeira para que las familias que participaron en la romería pudieran celebrar su comida , al tiempo que se habilitaron baños portátiles. El alcalde también celebró el éxito de la romería y se mostró decidido a seguirla apoyando, "porque es nuestra romería y por lo tanto tenemos que mimarla y aportar por ella, como lo hacen todas las familias que acuden cada año y participan activamente en ella".

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