El filial cobista encajó ante el Gijón Basket su quinta derrota y se mantiene en la zona baja de la clasificación
El filial del Rio Ourense Termal se apartó finalmente de la ruta conjunta que había emprendido con el primer equipo. El primero equipo estrenó su casillero de victorias el viernes en el Pazo ante el Araberri, pero el filial no hizo lo mismo ayer ante el Gijón y tendrá que seguir esperando para sumar la primera victoria.
Una vez más el equipo entrenado por Alberto Gómez compitió durante la mayoría de minutos ante un rival al que tuteó durante 35 minutos. Esta vez fueron los cinco iniciales de la segunda mitad los que lo condenaron. Cinco minutos decisivos en los que el marcador pasó de un igualado 34 a 35 a un preocupante 37 a 52. Un parcial demoledor de 3 a 17 con tiempo para enmendarlo, pero sin espíritu para conseguirlo. El último cuarto fue un quiero pero no puedo de los cobistas.
Las derrotas son una lastres que no deja de acumularse y que amenaza con condicionar este inicio de temporada de un filial joven por obligación y corto de jugadores por necesidad.
Hasta ahí el COB B había incluso mandado en el marcador (29-22) y nunca había dejado de competir contra un rival en el que destacó Malik Wireglass, que acabó con 18 puntos.
Debutó el norteramericano Curry de demostró que ayudará a mejorar el equipo, pero, como es obvio, no será suficiente para ganar los partidos por sí solo. El ala-pívot anotó 12 puntos, capturó 11 rebotes y fue el jugador más valorado del equipo con 17 puntos.
El próximo partido para el Rio Ourense Termal B será ante el Betanzos. De nuevo con el objetivo de ganar el primer partido.
