Y al final, la capilla de Nocelo se acabó quedando pequeña

PORQUEIRA

La ermita de la pequeña aldea de Nocelo de San Mamede, en el concello de Porqueira, celebró ayer una misa por primera vez en más de 15 años. Y todo ello gracias a un esfuerzo improbable de sus vecinos, que han recuperado algo más que una capilla

La capilla de la aldea de Nocelo volvió a celebrar una misa 15 años después

Todavía faltaba un poco para que diese inicio la misa, pero allí ya no cabía nadie. Una veintena de vecinos se quedó a las puertas de la capilla y optó por escuchar el sermón desde el exterior.

El espacio alrededor de la ermita lucía en perfecto estado de revista, como de estreno. Nadie podría haber adivinado que aquella no era una misa más en un lugar como cualquier otro.

El interior de la ermita estuvo a rebosar durante la misa (foto: C.L.M.)
El interior de la ermita estuvo a rebosar durante la misa (foto: C.L.M.)

Lo cierto es que el pueblo de Nocelo no vivía un día así en muchísimo tiempo. Hoy ya solo cuenta con cinco habitantes, y hacía más de una década que aquella preciosa ermita de piedra no albergaba una eucaristía.

Los mayores del lugar fueron sin duda quienes más se emocionaron ayer, en especial cuando concluyó el oficio y la campana de la capilla volvió a repicar tras tantos años inservible. Su sonido se entremezcló con el de las gaitas, que se encargaron de poner una nota más de júbilo y esperanza al día.

Tras la eucarística, Nocelo vivió una fiesta con comida y gaiteiros.
Tras la eucarística, Nocelo vivió una fiesta con comida y gaiteiros.

Para entonces la fiesta ya se había trasladado al campo adyacente, donde todos los vecinos compartieron un aperitivo y celebraron aquello que los unía. Porque ayer Nocelo no solo recuperó una capilla, sino también su pueblo.

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