Se han cumplido ya dos semanas desde que el paso de Elsa y Fabien provocase numerosas inundaciones y causase desperfectos en diversos puntos de la provincia. Una de las zonas más afectadas fue la comarca agraria de A Limia, en donde a día de hoy los terrenos de cultivo continúan anegados.
La Asociación de Ganaderos y Agricultores, Adegal, cifró en 1,8 millones de euros las pérdidas por los daños en el cereal de invierno y en 700.000 euros por los del maíz. Los agricultores que quieran volver a sembrar los terrenos tendrán que desembolsar importantes cantidades de dinero y estarán condicionados a la meteorología.
José Antonio Feijóo es uno de los trabajadores del campo limiano, concretamente, del concello de Trasmiras. Estos días hace balance de daños y explora vías alternativas para recuperar la producción perdida. "Ya hacía mucho tiempo que el agua no llegaba hasta tan arriba y nos pilló con el cereal recién sembrado. Los efectos son devastadores", afirma. "En esta zona en la que estamos, que es de las más altas, pienso que se salvará un 10 por ciento de la producción", añade.
En el caso de José Antonio, las pérdidas derivadas del impacto del temporal en su explotación familiar -había sembrado 20 hectáreas de cereal a las que había aplicado el primer tratamiento contra las malas hierbas- rondarían los 5.000 euros. "A esos gastos hay que sumarle los de plantar ahora una nueva variedad, de ciclo más corto. Será mayor inversión económica para menor rendimiento", se quejó el agricultor.
"Yo espero poder volver a sembrar, pero todo dependerá de la climatología que tengamos durante los meses de febrero y marzo. Llevamos unos años en los que las temperaturas elevadas en verano impiden que el cereal complete su ciclo normal, pues el calor lo abrasa secándolo antes de tiempo", añade.
Volver a sembrar los campos, con los tratamientos requeridos, podrían suponerle a José Antonio Feijóo en torno a los 5.000 euros. "Entiendo que gran cantidad de terrenos de A Limia quedarán sin sembrar", aseguró.
Desde el sector agrario piden, como primera medida, que se limpien los cauces y canales, pues "llevan toda la vida sin limpiar. Lo único que se hizo fue cortar cuatro ramas hace unos años, pero hoy en día si nos acercamos al cauce del río da pena", afirmó el agricultor de Trasmiras. "Antes en esta zona el río lo limpiaban los agricultores, cada uno su finca. Ahora aunque quieras hacerlo no puedes, está prohibido por las distintas administraciones", añade.
Sobre la orografía de terreno y el acondicionamiento de fincas en zonas inundables de A Limia, el agricultor matizó que "la comarca es muy extensa. Aquí antes de las concentraciones había sistemas que mermaban los daños de las riadas y que fueron eliminados".
Por otro lado, la presidenta de Adegal, Teresa Joga, explicó que el organismo está pendiente de un informe pericial para concretar los daños. "Os agricultores están interesados en facer as reclamacións polos danos pertinentes ante as distintas administracións. Teñen claro que esto é unha cuestión de mal mantemento das infraestruturas", dijo. "As autorizacións para a limpeza hai que pedilas á Confederación pero escúdanse en informes que poidan emitir dende Medio Ambiente. Eles, de feito, teñen un mapa de zonas inundables".
