Los vecinos de la villa limiana se adaptan a las nuevas normas que trae consigo el estado de alarma
Tercer día de aislamiento. Los ciudadanos empiezan a habituarse al confinamiento en sus domicilios salvo para trabajar o comprar alimentos. En Xinzo de Limia, este lunes buena parte de los negocios permanecen cerrados, salvo aquellos que tiene permiso para continuar con su actividad. En los supermercados, la situación es tranquila, aunque a primera hora de la mañana ya había baldas vacías y todo el mundo sigue el protocolo de seguridad: los clientes mantienen el metro de distancia en las cajas, y todos los empleados llevan mascarillas.
La farmacia Pombal instauró la venta de sus productos a través de una ventanilla para reforzar las medidas de seguridad. Además, los clientes mantienen la separación en la cola.
Donde no hay actividad es en el parque de O Pombal, que este lunes amaneció precintado para evitar que los vecinos de la localidad se aproximen.
#Vídeo
— La Región (@LaRegion) March 16, 2020
El parque de O Pombal, en Xinzo, amanece precintado con motivo del estado de alarma#coronavirus pic.twitter.com/x7TyYL6bwi