El alcalde de Xinzo y los representantes del personal laboral del Concello iniciaron la negociación de la Relación de puestos de trabajo (RPT) del Concello. Aunque, en esta primera fase de negociación no será abordadas estas medidas, el Ayuntamiento no descarta plantear prejubilaciones de empleados o incluso privatizar servicios municipales para rebajar el alto coste de su nómina en personal, más de 3,5 millones de euros anuales y más de la mitad del presupuesto anual del Ayuntamiento.
El Concello de Xinzo tiene intención de rebajar el alto coste anual del mantenimiento de su personal (un total de 140 trabajadores entre personal laboral y funcionarios), que se lleva casi el 55% del presupuesto del Ayuntamiento, limitando la capacidad inversora de la institución.
Los casi 3,5 millones anuales en gastos de personal en los últimos ejercicios del Concello son considerados muy altos por el grupo de gobierno, que busca consensuar con los representantes de los trabajadores municipales una reordenación de categorías profesionales del personal laboral (104 empleados).
La primera de esas reuniones fue el viernes. El alcalde, Isaac Vila, matizó que la propuesta definitiva de la RPT (Relación de Puestos de Trabajo) del Concello se conocerá en pocas semanas y que se buscará ante todo el consenso con los sindicatos para realizarla. Se trata, según Vila, de una reordenación de puestos de trabajo y la definición de categorías y empleos que debería tener un concello como el nuestro.
Fuentes municipales no descartaron que si, a medio plazo, fracasan los intentos de reordenar al personal laboral (más de un centenar de trabajadores), el Concello estudiaría otras posibles medidas, como impulsar prejubilaciones de trabajadores o incluso privatizar determinados servicios municipales.
Protesta
La mayoría de los trabajadores del personal laboral ya protagonizaron a finales del pasado mes de julio una concentración de protesta ante el Consistorio para reivindicar un nuevo convenio colectivo (el anterior venció en 2007) y la progresiva equiparación de los laborales con el personal funcionario.
El gobierno municipal de Xinzo rechaza las acusaciones de los grupos de la oposición local, que acusan a Vila de haber disparado el gasto en personal al haber incrementado mucho el número de trabajadores municipales. Hace poco más de cinco años ese número era de poco más de 80 y ahora supera los 140 empleados.
El regidor municipal de Xinzo matizó que de los 140 empleados del Concello son bastantes los que no le cuestan casi nada al Ayuntamiento, ya que su contratación era y es subvencionada por otras administraciones públicas, como puede ser el caso de la Xunta.
Un convenio del personal laboral modélico
El convenio colectivo del personal laboral de Xinzo que entró en vigor en el año 2000 (ahora pendiente de renovación) es considerado modélico en la Administración pública ourensana en lo tocante a los derechos de los trabajadores. Uno de sus puntos define, por ejemplo, que los herederos de cualquier empleado del personal laboral que fallezca durante el periodo que está contratado por el Concello (independientemente de que el óbito sea en horario laboral o no) cobre una indemnización de 60.000 euros.
Hace años, al no haberse suscrito aún el preceptivo seguro para cubrir esta eventualidad, el Ayuntamiento tuvo que desembolsar esos 60.000 euros de las arcas municipales a los familiares de un empleado fallecido por enfermedad. El convenio también define unas bases de contratación reguladas por criterios muy objetivos, que según la oposición, no se han cumplido durante la etapa como alcalde de Isaac Vila Rodríguez.
Los casi 3,5 millones anuales en gastos de personal en los últimos ejercicios del Concello son considerados muy altos por el grupo de gobierno, que busca consensuar con los representantes de los trabajadores municipales una reordenación de categorías profesionales del personal laboral (104 empleados).
La primera de esas reuniones fue el viernes. El alcalde, Isaac Vila, matizó que la propuesta definitiva de la RPT (Relación de Puestos de Trabajo) del Concello se conocerá en pocas semanas y que se buscará ante todo el consenso con los sindicatos para realizarla. Se trata, según Vila, de una reordenación de puestos de trabajo y la definición de categorías y empleos que debería tener un concello como el nuestro.
Fuentes municipales no descartaron que si, a medio plazo, fracasan los intentos de reordenar al personal laboral (más de un centenar de trabajadores), el Concello estudiaría otras posibles medidas, como impulsar prejubilaciones de trabajadores o incluso privatizar determinados servicios municipales.
Protesta
La mayoría de los trabajadores del personal laboral ya protagonizaron a finales del pasado mes de julio una concentración de protesta ante el Consistorio para reivindicar un nuevo convenio colectivo (el anterior venció en 2007) y la progresiva equiparación de los laborales con el personal funcionario.
El gobierno municipal de Xinzo rechaza las acusaciones de los grupos de la oposición local, que acusan a Vila de haber disparado el gasto en personal al haber incrementado mucho el número de trabajadores municipales. Hace poco más de cinco años ese número era de poco más de 80 y ahora supera los 140 empleados.
El regidor municipal de Xinzo matizó que de los 140 empleados del Concello son bastantes los que no le cuestan casi nada al Ayuntamiento, ya que su contratación era y es subvencionada por otras administraciones públicas, como puede ser el caso de la Xunta.
Un convenio del personal laboral modélico
El convenio colectivo del personal laboral de Xinzo que entró en vigor en el año 2000 (ahora pendiente de renovación) es considerado modélico en la Administración pública ourensana en lo tocante a los derechos de los trabajadores. Uno de sus puntos define, por ejemplo, que los herederos de cualquier empleado del personal laboral que fallezca durante el periodo que está contratado por el Concello (independientemente de que el óbito sea en horario laboral o no) cobre una indemnización de 60.000 euros.
Hace años, al no haberse suscrito aún el preceptivo seguro para cubrir esta eventualidad, el Ayuntamiento tuvo que desembolsar esos 60.000 euros de las arcas municipales a los familiares de un empleado fallecido por enfermedad. El convenio también define unas bases de contratación reguladas por criterios muy objetivos, que según la oposición, no se han cumplido durante la etapa como alcalde de Isaac Vila Rodríguez.
