Se puede visitar el Prado sin salir de Xinzo? Si la respuesta la diese un estudiante del Instituto Cidade de Antioquía sería sí. Y el Museo Nacional de Bellas Artes de Buenos Aires. También el Mauritshuis de La Haya o Louvre parisino.
Aroa Trigo, Nerea Carballo, Candela Gómez, Antía Iglesias, Eliana Rodríguez, Lara Rodríguez, Lucía Vázquez y Douaa Ahlioui son estudiantes de segundo de Bachillerato en la modalidad de arte y las protagonistas -junto a otras tres exalumnas: Aine y Paula Opazo, y Tyseen Ahlioui- de Conecta Arte Antioquía, una iniciativa promovida desde el departamento de Historia del Arte de este centro educativo que recogió el guante del Museo Getty de Los Ángeles para imitar obras emblemáticas durante el confinamiento, aunque, en esta ocasión, aprovechando la conmemoración del Día Mundial del Arte este mes de abril. "Normalmente, y antes de que ocurriera lo de la pandemia, hacíamos un viaje todos los años a varios museos como el Prado o el Thyssen. Como esta vez no hemos podido, pues dijimos: ¡Nos traemos el Museo del Prado al instituto!", cuenta Abraham Vila, profesor de Historia del Arte. "La verdad que el resultado ha sido muy bueno, incluso se animaron exalumnas", añade.
La elección fue libre dentro de un conjunto de obras propuestas por el profesor, siendo elegidas Mujer con sombrero negro, de Kees Van Dongen; Niña con globo e Intifada, de Bansky; Inmaculada, de Murillo; Mona Lisa, de Leonardo Da Vinci; Gypsy Girl, de Eugene De Blas; La raya verde, de Matisse; Dama de armiño, de Sofonisba Angissola; autorretrato de Frida Kahlo, La joven de la perla, de Johannes Vermeer y la Alegoría de la Victoria, de Jules Lefebvre. Una actividad que llevó a las estudiantes a profundizar en el arte convirtiéndose en auténticas musas y protagonizando una colección que estos días se exhibe en los pasillos del instituto limiano.
El profesor responsable, Abraham Vila, dio a las participantes varias nociones previas sobre la luz y el color que era necesario conseguir y, a partir de ese momento, ellas se encargaron -ayudadas por una herramienta de edición digital- de todo el proceso: tanto de la producción previa, como de la toma de imágenes y la edición. Desde sus propias casas y utilizando elementos como sábanas o, incluso, nenucos emulando los ángeles de la Inmaculada de Murillo, lograron un resultado para nota: "Una pasada, sin duda. Una maravilla", aseguró el profesor soprendido.
Eliana Rodríguez, protagonista y autora del cuadro que imita la Alegoría de la Victoria de Jules Lefebvre asegura que el proceso de creación fue complicado para ella: "O día que o fixen estaba sola na casa e tiven que montar todo un set para poder tomar a foto", recuerda entre risas. "Fíxena co móvil, aínda que tiven que sacar bastantes antes de escoller unha que me gustara. Despois editeina conforme ao cadro orixinal", añade la estudiante, que hizo gala de su imaginación empleando dos sábanas cruzadas para recrear la indumentaria de la auténtica protagonista de la obra de arte. "Deste xeito conectei máis co cadro, entendín mellor como se compuxo", apuntó Eliana.
Por su parte, Antía Iglesias, protagonista limiana de la Inmaculada de Murillo, sí recibió la ayuda de sus amigas para conseguir el efecto del movimiento del manto y recuperó los nenucos de su infancia a modo de ángeles: "O profesor díxome se esta opción non sería moi difícil de recrear, pero atrevinme e fíxeno. Foi un reto para min. Se me din que non, máis me empeño", cuenta Antía. "Encantoume facelo e ver o que fixeran as compañeiras", añade. Douaa Ahlioui, que recreó una Gypsy Girl se compadeció de las modelos de antaño: "Tardei unhas tres horas en facelo e deume para pensar todo o tempo que estaban antes as modelos paradas fronte aos pintores, ¡non sei como non lles daba algo", bromea.
