Cuatro nuevos petroglifos asoman en Gudín y Niñodaguia

Cuatro nuevos petroglifos han sido descubiertos en la comarca de A Limia. Se trata, concretamente, de dos en el término de Gudín -Xinzo- y otros dos en Niñodaguia -Baltar- y que datarían de la Edad de Bronce, en el periodo de la Prehistoria. A pesar de que existen hallazgos similares catalogados en el entorno limiano, estudiosos y arqueólogos de la provincia afirman que quedaría mucho por descubrir en este lugar, del mismo modo que ocurre en la comarca de Monterrei, en donde estos vestigios superan el centenar, siendo Cualedro y As Chas -Oímbra- puntos calientes. "Na Limia queda traballo por facer aínda. Hai petroglifos catalogados, pero quedan por descubrir", asegura Nica Palomares. El estudiante de Geografía e Historia, junto al arqueólogo ourensano Israel Barandela, visitaron este lunes los hallazgos -realizados por el primero- que serán comunicados al correspondiente departamento de Patrimonio para que se proceda a catalogarlos y difundirlos. Palomares, natural de la zona de Cualedro, asegura que reconoció los petroglifos, de los cuales es un gran amante, paseando por el monte. En todos los hallazgos, ubicados en rocas graníticas -típicas del entorno- aparece la figura de las "coviñas" o cazoletas, sobre las que hay una veintena de interpretaciones -desde su relación con la astrología, a recipientes para la realización de algún tipo de brebaje o ritual, pasando por quien asegura que se hacían para escenificar gotas de agua-, y también círculos concéntricos. Este patrón se comparte con las islas británicas. "No momento no que non hai documentación é moi difícil dar coa súa verdadeira interpretación, cada arqueólogo pode dar a súa teoría, pero non deixan de ser opinións", cuenta Nica Palomares. El primero encontrado en Gudín cuenta con seis "coviñas" y una de ellas aparece rodeada por una circunferencia. "Podería datar da Idade do Bronce. Hai coviñas que poden ser máis modernas, pero cando hai un círculo é claramente prehistórica", apunta Israel Barandela. Sin salir del término de Gudín, en una roca partida a la mitad -con marcas de barrena, casi con toda seguridad, con el objetivo de extraer piedra para la construcción- asoman dos círculos concéntricos. "Este é un caso claro de petroglifo da prehistoria. É importante diferenciar as erosións naturais, dos petroglifos e, no caso destes últimos, cando hai unha coviña cun círculo, está claro que están feitos polo home", explica Barandela. En Niñodaguia, Palomares encontró numerosas cazoletas -algunas alineadas- en dos rocas graníticas y que reciben el nombre de Costa do Río y A Besada. "Xeralmente as coviñas están un pouco máis anárquicas pero, neste caso, están alineadas como marcando un percorrido pola pedra, aínda que non sabemos moi ben para que", asegura Nica Palomares, sobre el hallazgo más próximo a la carretera. En Niñodaguia, concello de Baltar, también se encuentra el último petroglifo visitado en la jornada de este lunes: "Coviñas unidas entre sí y distribuidas por una roca granítica. "El ritmo de desgaste del granito no se puede medir en miles de años. Si vienes aquí dentro de 12.000 años probablemente estén igual", prevé Barandela. "Lo importante es que se haga una divulgación para que la gente que quiera y pueda venir a visitar estos hallazgos lo haga con responsabilidad y precaución, que no se produzcan actos vandálicos", opina Israel Barandela.