El primer pleno en el Concello de Calvos tras la sentencia que ordena repetir la moción de censura en ese Concello transcurrió entre lo tenso y lo rocambolesco. Los ediles debatieron y votaron dos veces (denegando primero y aprobando después) un punto del orden del día: la propuesta sobre obras dentro del plan estatal de inversión local , tras revocar uno de los concejales no adscritos, Antonio López Martínez, su voto negativo en este punto. Partidarios del alcalde increparon a los firmantes de la censura.
El pleno extraordinario del Concello de Calvos debatió y votó ayer dos veces un mismo punto del orden del día, después de que un edil de los denominados no adscritos, el ex alcalde Antonio López revocara su voto negativo inicial e instara a sus compañeros y a los concejales socialistas con un insólito arreglaivos a consensuar las obras a incluir dentro del fondo estatal de inversión local, que fueron ratificadas finalmente por unanimidad.
La sesión, la primera convocada desde la sentencia de un juzgado ourensano que ordena repetir la frustrada moción de censura firmada por cinco ediles no adscritos contra el regidor socialista, Aquilino Valencia, transcurrió en medio de algunos momentos de tensión, aunque los ediles pudieron acceder y abandonar el Consistorio sin problemas. El pleno, al que asistieron unos 30 vecinos, la mayoría partidarios del regidor socialista (y que aplaudieron con intensidad varias de las intervenciones del alcalde), reprodujo, por momentos, el clima de crispación vivido en el Concello con motivo de la moción de censura del pasado junio. Algunos asistentes increparon a los no adscritos con expresiones como debería daros vergoña, o vai coas ovellas (dirigida a la edil Sandra Rodríguez).
Insólito
Después de que los cinco concejales rechazaran una propuesta para incentivar el nacimiento o adopción de niños en el muncipio (con 1.000 euros), argumentando que el presupuesto municipal no se había aprobado aún, se produjo lo insólito. La propuesta inicial de los cuatro ediles del PSOE para las obra a incluir en el fondo estatal, 196.000 euros, (la construcción o reforma de cinco centros sociales en cinco aldeas) fue contraargumentada con otra propuesta, la de los cinco no adscritos, que planteaban varios de esos centros y otras obras en pueblos del municipio.
Tras un debate de media hora sobre si incluir ésta o aquella obra en la propuesta, se produjo la votación de la iniciativa del grupo socialista, rechazada por los cinco votos de los no adscritos por los cuatro del PSOE.
En ese instante, y tras algunos reproches de los vecinos que asistieron a la sesión, Antonio López echó atrás su voto negativo y lo cambió, verbalmente, por una abstención, pidiendo un consenso para no perder la subvención para las obras.
Tras un nuevo y acalorado debate de otra media hora en el que, en algún momento, intervino improvisadamente algún vecino, se produjo una nueva votación, ahora saldada con unanimidad.
INCIDENTES
Reproches a los no adscritos
A la salida de la sesión plenaria se produjeron algunos incidentes. La portavoz de los no adscritos, Sandra Rodríguez, fue increpada por un vecino que le espetó en el interior del Consistorio Sandra, te vas a arrepentir mucho de todo esto.
El grupo de los cinco ediles pudo salir del consistorio sin problemas, pero un grupo de personas, en el exterior les increparon, reprochándoles su actitud durante la sesión.
Los no adscritos habían solicitado por escrito durante la mañana al subdelegado del Gobierno, Camilo Ocampo, protección policial al sentirse coaccionados y amenazados y temer posibles agresiones o incidentes al acceder al salón de sesiones. Estos ediles aludían en el escrito a tener constancia de que personas del PSdeG habían caldeado el ambiente en el pueblo contra ellos en los días previos a la sesión plenaria. Tres vehículos de la Guardia Civil se apostaron en las inmediaciones de la Casa Consistorial antes del pleno, sin que se produjeran incidentes reseñables.
Agresión a una reportera Al finalizar la sesión plenaria y y ya en el exterior del Consistorio una persona lanzó un golpe a una reportera gráfica que realizaba su trabajo en el exterior del edificio, aunque sin provocarle heridas. Finalmente, el incidente no pasó a mayores. Algunos de los allí congregados invitaron a los periodistas presentes a abandonar el lugar entre algunas frases como mortos de fame.
La Ley obliga a repetir la censura
Fuentes jurídicas consultadas por este periódico afirmaron que la obligatoriedad de la ejecución de la sentencia del Tribunal de lo Contencioso número 1 de Ourense que obliga a repetir la moción de censura en Calvos viene fijada por artículos de la Ley de la Jurisdicción contencioso administrativo, y en los términos y plazos que marca Ley de Régimen General Electoral. El recurso de alegación que presentará el alcalde no parali zará la ejecución del fallo judicial (recurrible ante el TSXG). Los artículos 84 y 88 de la Ley de lo Contencioso exponen que: La interposición del recurso (de alegación) no impedirá la ejecución provisional de la sentencia recurrida, una ejecución ya solicitada oficialmente por los concejales no adscritos.
La legislación electoral define además que para la moción de censura se deberá convocar un plenario para debatirla el déci mo día a partir de la jornada siguiente a su presentación oficial (en el registro del Concello), en este caso, desde la comunicación formal de la sentencia en el Ayuntamiento o, en su caso, al recibir una orden judicial de ejecución de la sentencia ya dictada.
Estas fuentes insistieron en que, en este caso, deberá ser el secretario del Concello y no el alcalde el que convoque formalmente el pleno extraordinario.
La sesión, la primera convocada desde la sentencia de un juzgado ourensano que ordena repetir la frustrada moción de censura firmada por cinco ediles no adscritos contra el regidor socialista, Aquilino Valencia, transcurrió en medio de algunos momentos de tensión, aunque los ediles pudieron acceder y abandonar el Consistorio sin problemas. El pleno, al que asistieron unos 30 vecinos, la mayoría partidarios del regidor socialista (y que aplaudieron con intensidad varias de las intervenciones del alcalde), reprodujo, por momentos, el clima de crispación vivido en el Concello con motivo de la moción de censura del pasado junio. Algunos asistentes increparon a los no adscritos con expresiones como debería daros vergoña, o vai coas ovellas (dirigida a la edil Sandra Rodríguez).
Insólito
Después de que los cinco concejales rechazaran una propuesta para incentivar el nacimiento o adopción de niños en el muncipio (con 1.000 euros), argumentando que el presupuesto municipal no se había aprobado aún, se produjo lo insólito. La propuesta inicial de los cuatro ediles del PSOE para las obra a incluir en el fondo estatal, 196.000 euros, (la construcción o reforma de cinco centros sociales en cinco aldeas) fue contraargumentada con otra propuesta, la de los cinco no adscritos, que planteaban varios de esos centros y otras obras en pueblos del municipio.
Tras un debate de media hora sobre si incluir ésta o aquella obra en la propuesta, se produjo la votación de la iniciativa del grupo socialista, rechazada por los cinco votos de los no adscritos por los cuatro del PSOE.
En ese instante, y tras algunos reproches de los vecinos que asistieron a la sesión, Antonio López echó atrás su voto negativo y lo cambió, verbalmente, por una abstención, pidiendo un consenso para no perder la subvención para las obras.
Tras un nuevo y acalorado debate de otra media hora en el que, en algún momento, intervino improvisadamente algún vecino, se produjo una nueva votación, ahora saldada con unanimidad.
INCIDENTES
Reproches a los no adscritos
A la salida de la sesión plenaria se produjeron algunos incidentes. La portavoz de los no adscritos, Sandra Rodríguez, fue increpada por un vecino que le espetó en el interior del Consistorio Sandra, te vas a arrepentir mucho de todo esto.
El grupo de los cinco ediles pudo salir del consistorio sin problemas, pero un grupo de personas, en el exterior les increparon, reprochándoles su actitud durante la sesión.
Los no adscritos habían solicitado por escrito durante la mañana al subdelegado del Gobierno, Camilo Ocampo, protección policial al sentirse coaccionados y amenazados y temer posibles agresiones o incidentes al acceder al salón de sesiones. Estos ediles aludían en el escrito a tener constancia de que personas del PSdeG habían caldeado el ambiente en el pueblo contra ellos en los días previos a la sesión plenaria. Tres vehículos de la Guardia Civil se apostaron en las inmediaciones de la Casa Consistorial antes del pleno, sin que se produjeran incidentes reseñables.
Agresión a una reportera Al finalizar la sesión plenaria y y ya en el exterior del Consistorio una persona lanzó un golpe a una reportera gráfica que realizaba su trabajo en el exterior del edificio, aunque sin provocarle heridas. Finalmente, el incidente no pasó a mayores. Algunos de los allí congregados invitaron a los periodistas presentes a abandonar el lugar entre algunas frases como mortos de fame.
La Ley obliga a repetir la censura
Fuentes jurídicas consultadas por este periódico afirmaron que la obligatoriedad de la ejecución de la sentencia del Tribunal de lo Contencioso número 1 de Ourense que obliga a repetir la moción de censura en Calvos viene fijada por artículos de la Ley de la Jurisdicción contencioso administrativo, y en los términos y plazos que marca Ley de Régimen General Electoral. El recurso de alegación que presentará el alcalde no parali zará la ejecución del fallo judicial (recurrible ante el TSXG). Los artículos 84 y 88 de la Ley de lo Contencioso exponen que: La interposición del recurso (de alegación) no impedirá la ejecución provisional de la sentencia recurrida, una ejecución ya solicitada oficialmente por los concejales no adscritos.
La legislación electoral define además que para la moción de censura se deberá convocar un plenario para debatirla el déci mo día a partir de la jornada siguiente a su presentación oficial (en el registro del Concello), en este caso, desde la comunicación formal de la sentencia en el Ayuntamiento o, en su caso, al recibir una orden judicial de ejecución de la sentencia ya dictada.
Estas fuentes insistieron en que, en este caso, deberá ser el secretario del Concello y no el alcalde el que convoque formalmente el pleno extraordinario.
