La iglesia de San Benito, en Allariz, estrena nueva cubierta. El mal estado del tejado, lleno de hierbas y tejas rotas, ha obligado a la parroquia a acometer las obras de renovación de la cubierta para evitar la aparición de daños o humedades en el interior del templo. 'A pesar del mal estado de la teja, que en algunos casos estaba trillada, totalmente deshecha, el agua no ha traspasado la cubierta porque en la última reforma -hará 16 años- colocamos debajo una uralita', explica el cura José Canal.
Los trabajos, que se han desarrollado en dos fases, han permitido la renovación del tejado, incluida la zona del crucero y la linterna. 'Esperemos que esta obra nos dure muchos años', desea el párroco local que, a finales del año pasado, ya tuvo que habilitar una partida para acondicionar la cubierta de la iglesia de Santiago por un motivo similar. Sendas actuaciones se han ejecutado con fondos de la parroquia, 'de las colectas', matiza José Canal, que explica que 'a la administración sólo solicitamos los informes y las licencias necesarias para poder hacer las obras, dinero no porque ya sabía de antemano que no nos lo iban a dar', aclara.
El desembolso realizado en los últimos meses, cuyo importe todavía está por cerrar tal y como enfatiza el párroco, impedirá acometer la mejora en la iglesia de Vilanova, que también sufre desperfectos en el tejado. 'Son muchas y no podemos llegar a todas', reconoce Canal en referencia a los cinco temploscon que cuenta el casco histórico.
En el caso de Vilanova, las inclemencias meteorológicas del invierno pasado han desplazado una parte de la cubierta, dejando al descubierto parte de la uralita colocada bajo el tejado. 'Eso impedirá que el agua dañe su interior mientras no acometamos la obra', concluía Canal.
El desembolso realizado en los últimos meses, cuyo importe todavía está por cerrar tal y como enfatiza el párroco, impedirá acometer la mejora en la iglesia de Vilanova, que también sufre desperfectos en el tejado. 'Son muchas y no podemos llegar a todas', reconoce Canal en referencia a los cinco temploscon que cuenta el casco histórico.
En el caso de Vilanova, las inclemencias meteorológicas del invierno pasado han desplazado una parte de la cubierta, dejando al descubierto parte de la uralita colocada bajo el tejado. 'Eso impedirá que el agua dañe su interior mientras no acometamos la obra', concluía Canal.
