Por primera vez en más de año y medio, usuarios de las residencias Nuestra Señora de la Esperanza y Os Gozos salieron de excursión retomando sus vidas dentro de la “nueva” normalidad. Estos centros de la Fundación San Rosendo fueron los más golpeados por la pandemia en la provincia, por lo que partieron en peregrinación hacia el santuario de Os Milagros para rendir homenaje a todos las víctimas del covid.
"Es diferente, mucho más de lo que podíamos imaginar hace un año”, afirma Aránzazu Crespo, directora de la Esperanza
Como parte del proyecto Experiencia Activa, en el que colabora La Región, una veintena de trabajadores y usuarios de la Esperanza y una cuarentena de Os Gozos disfrutaron de día en Os Milagros. “Se lo pasaron de maravilla, están felices. Después de tanto encierro quieren saber cuándo será la siguiente salida”, reconoce Aránzazu Crespo, directora de la Esperanza. Tras la misa de doce, dedicada a los ancianos y a los enfermos, ambos centros visitaron el centro que la Fundación San Rosendo en Os Milagros para comer en el antiguo colegio. Para mantener las medidas covid, lo hicieron por separado y manteniendo el grupo burbuja que viajó hasta el santuario.
Usuarios de las residencias de Os Gozos y Esperanza asisten a la misa del Día de los Enfermos en Os Milagres. (Óscar Pinal)
La lluvia no frenó esta primera salida de los usuarios y nada más llegar a Os Milagros, el cielo dio una tregua. “Iban llenos de ilusión, daba igual el tiempo que hiciese”, afirma Raquel Gavilanes, directora de Os Gozos. Durante el viaje fue inevitable no recordar a los que ya no están, especialmente para estas residencias que a tantos perdieron. “Hace un año no sabíamos lo que se nos iba a venir encima, por eso queremos recordar a los que se fueron y dar las gracias por los que quedaron”, agradece Gavilanes. Este centro registraría su brote en octubre del año pasado, llevándose la vida de más de 40 personas al infectar a casi 200 residentes.
Ambas residencias fueron de las más afectadas por la pandemia y se acercan al templo en recuerdo de todos los fallecidos. (Óscar Pinal)
En Nuestra Señora de la Esperanza se encontraron muy pronto con el virus y en mayo de 2020 le dijo adiós. Por el camino quedaron 25 fallecidos y más de 120 positivos detectados en uno de los primeros brotes de residencias sociosanitarias de la provincia. “Te acuerdas siempre de los que ya no están, porque realmente lo pasamos muy mal”, afirma Crespo. Esta jornada en Os Milagros sirvió para rendir homenaje a todos y volver un poco al estilo de vida que la pandemia les robó. “Es diferente a lo de otros años, pero es mucho más de lo que podíamos pensar hace un año, cuando no podías ni imaginarte la nueva normalidad”, señala Crespo. Gavilanes cuenta que este día les sirvió para “volver a lo que la vida fue” antes del covid.
Residencia de Os Milagros
Los usuarios que peregrinaron al santuario comieron en las instalaciones de la residencia para personas con discapacidad que la Fundación San Rosendo tiene en Os Milagros. Este centro cobra importancia dentro de la historia de la pandemia, ya que se cedió a la Xunta para la atención de los mayores contagiados en diversas residencias sociosanitarias de la provincia. Actualmente recuperó su actividad normal y su capacidad está al 20% de 90 plazas disponibles, con la previsión de crear 50 empleos cuando se encuentre al completo.
Os Gozos y Esperanza, de las residencias máis afectadas por la pandemia, se acercan al templo en recuerdo de todos los fallecidos. (Óscar Pinal)
El centro está situado en un enclave importante para los más mayores por la devoción que despierta la virgen de Os Milagros en la provincia. Las directoras de la Esperanza y Os Gozos lo reconocen y eso motivó mucho más a los usuarios para viajar con toda la ilusión del mundo.
En los próximos días de novena, otros centros de San Rosendo visitarán el santuario para cumplir con la peregrinación.