Un vecino alertaba al filo de las 07,30 horas de la mañana de este miércoles a los servicios de emergencias de Allariz de las llamas y el humo que emergían de la antigua fábrica de curtidos de la localidad –actual Museo do Coiro de Allariz y Restaurante Portovello-, un edificio que data del año 1850 y que se restauró hace más de tres décadas para dividirlo en un espacio musealizado, en donde tienen lugar muestras, mercados relacionados con el cuero y eventos; y un restaurante sujeto a una concesión municipal.
La rápida movilización de los medios locales –la motobomba municipal fue la primera en llegar al lugar, pero también acudieron los bomberos de Xinzo de Limia, Protección Civil de Allariz y la Policía Local y Guardia Civil de la villa- interrumpió la propagación de las llamas que, según las fuentes consultadas, pudieron originarse en la parte del almacén, en donde se encontraban las cámaras frigoríficas del restaurante –la hipótesis que se baraja como causa del suceso es un cortocircuito, ya que en ese momento no había ninguna fuente de calor activa-.
No pudo evitarse, eso sí, el daño causado a los elementos de almacenaje, electrodomésticos y mercancía, que quedaron completamente calcinados, así como a 60 metros cuadrados de la parte izquierda del tejado, que terminaron viniéndose abajo.
En torno a las 10,00 horas, los bomberos ya hacían una labor de control y extinción total de las llamas y, tras apagarlas completamente y previamente a la llegada del servicio de peritaje de la empresa de seguros, se decidió apuntalar parte de la estructura afectada y vallar el perímetro, así como tapiar una de las ventanas para evitar el acceso al interior.
El suceso causó gran expectación y preocupación en la localidad, pues se trata de uno de los inmuebles patrimoniales más característicos: “Dentro do malo houbo sorte, porque nesa zona había soterrado un depósito de gas. O gas saía, porque se rompeu a tubería, pero ao chegar a un punto cortouse e non houbo que lamentar danos maiores”, apuntaba Bernardo Varela, teniente de alcalde de Allariz. Por suerte, la parte del museo y el restaurante no se vio afectada, según precisaron desde el Concello de Allariz. “Quedou aí a cousa por fortuna porque se chega a acontecer unhas horas antes non habería forma de controlar o lume porque a madeira arde moi rápido”, lamentaba Anxo Rodríguez, titular de la concesionaria. “Foi un susto tremendo. Pensamos que foi un cortocircuito pero non se sabe, é algo que teñen que mirar os técnicos. Por fortuna é reparable”, añadía. Se espera que en las próximas horas la parte del restaurante pueda recuperar su actividad, puesto que cuenta con una entrada independiente al museo.
