Tras las lluvias persistentes de primera hora de la mañana en Allariz partía de su santuario diocesano una comitiva conformada por una treintena de jóvenes llegados de toda la provincia y dispuestos a participar en la ruta cuaresmal organizada por la Delegación de Juventud de la Diócesis de Ourense. Un recorrido de 10 kilómetros que servía como jornada de convivencia entre los participantes y para su reflexión religiosa. Además, dado que el pasado 20 de marzo se iniciaba el periodo jubilar en San Benito -se prolongará hasta el próximo 11 de julio-, el de este martes se convertía el primer grupo de jóvenes en obtener, tras asistir a una eucaristía presidida por el obispo, Leonardo Lemos; la indulgencia plenaria -supresión plena de la pena temporal por los pecados cometidos y confesados-.
La ruta cuaresmal, integrada por una caminata, la confesión, la asistencia a la eucaristía y momentos lúdicos; es otra de las tradiciones de Semana Santa en la provincia que se ha recuperado tras la pandemia -no se celebraba desde hacía dos años-. Habitualmente solía realizarse el Lunes Santo, sin embargo, en este 2022 se trasladaba al martes por causas relacionadas con la agenda de la Diócesis. “Lo hemos hecho en esta ocasión en Allariz porque estamos en tiempo jubilar y pensando en la peregrinación de los jóvenes al Santuario de San Benito”, señalaba Fran López, párroco de la Unidad de Atención Parroquial de Allariz.
El paseo, que partía de Allariz, seguía por Meire y Vilar de Flores y regresaba de nuevo a la villa alaricana; se realizaba por grupos que competían entre juegos y pistas relacionadas con el entorno. “Recortamos un poco la vuelta porque amenazaba lluvia”, puntualizaba el sacerdote.
Los asistentes, principalmente de la zona de Xunqueira de Ambía y Allariz, se mostraban satisfechos con la experiencia. Era el caso de Sara Vieiro y Antía Seguín, de Ourense y Xunqueira respectivamente. “Conocí gente nueva que me integró desde el primer momento”, aseguraba Sara. “A mí lo que más me gustó también fue eso: conocer gente nueva de distintos sitios y socializar”, apuntaba Antía. Ambas se preparan para recibir el sacramento de la Confirmación. “También fue interesante descubrir lugares nuevos”, añadía Sara.
La jornada terminaba con juegos y más convivencia entre los jóvenes. Antes -al filo de las 13,00 horas- participaban en una eucaristía presidida por el obispo de Ourense que les animaba “a vivir la vida cristiana en el colegio, en el deporte, con los amigos, o en el trabajo”.
