Hace una semana, aprovechando el festivo por el Día das Letras Galegas, Roberto Gómez pescaba una trucha de 4,3 kilos de peso en el Arnoia. Poco tiempo después, este pasado domingo, Orentino Nóvoa capturaba otro ejemplar en el mismo río a su paso por Allariz: 2,955 gramos de trucha que ya reserva para una ocasión especial. Y es que Nóvoa, que lleva pescando más de tres décadas, recuerda pocas jornadas como la que vivió hace dos días, aunque todavía no ha superado su propia marca: “Hace diez años cogí una trucha todavía más grande, de 3,4 kilos”, recuerda Orentino, quien, el pasado domingo, salía con su hijo -que también cuenta con licencia de pesca- a pasar la jornada a orillas del río Arnoia y lograba capturar el ejemplar de grandes dimensiones. “Pocas se ven ya así de grandes. En vivo impacta todavía más”, señala Román Nóvoa.
La medida mínima que tiene que tener el pez para que pueda ser capturado son 21 centímetros. El que pescaron Orentino y Román llegaba a los 64 centímetros de longitud. “Al principio pensábamos que era un salmón porque el tamaño de una trucha suele ser bastante menor y también porque el color de la carne, rosado, y la forma eran similares. Sabemos que es un macho por el labio inferior”, puntualiza Román.
Actualmente Allariz cuenta con dos cotos de pesca en el Arnoia y una zona libre, en donde apareció el ejemplar de grandes dimensiones. “No contaba con encontrarme una trucha así. Yo llevo muchos años pescando. Es cierto que es algo que te tiene que gustar, a mí me gusta, es un entretenimiento para mí”, cuenta Orentino. “Invitaremos a la familia a comer”, añade entre risas.
