Un acuerdo secreto firmado entre los dictadores Franco y Salazar en el año 1968 es, según el senador nacionalista Xosé Manuel Pérez Bouza, la razón por la cual la empresa Electricidad de Portugal (EDP) no paga sus impuestos en Galicia por la energía que produce a través del embalse de Lindoso. Las aguas, que en un 80% están en Lobios y Entrimo, podrían haber permitido el ingreso en las arcas municipales de cerca de un millón de euros en cada uno de los concellos, según Deibe Simo, teniente alcalde de Lobios.
Un millón de euros es la cifra que según los cálculos del teniente de alcalde, Jesús Deibe Fernández Simo, ha dejado de percibir desde el año 1993 al no pagar Electricidade de Portugal el impuesto de bienes inmuebles (IBI), en ese concello y el de Entrimo, en concepto de contribución por el embalse de Lindoso. Dende a data que rematou a construcción da central, o concello deixou de percibir unha recadación anual que nos permitiría cubrir todo o gasto da área de benestar social do Concello, relataba Simo.
A principios de los noventa, las aguas anegaban parte de las tierras más fértiles de ambos municipios para la puesta en marcha del embalse de Lindoso.
Pese al fuerte daño socioeconómico y medioambiental producido, ninguno de los dos ayuntamientos perciben a día ningún impuesto de la empresa propietaria. La presa, de 379 hectómetros cúbicos, ocupa 1.072 hectáreas a lo largo de 18 kilómetros. Máis do 80% das augas do embalse ocupan terras galegas, producindo 950 gigavatios, relataba Pérez Bouza, quien reconocía que es el mayor productor eléctrico de Portugal.
Esta situación, explicaba ayer en Lobios el senador nacionalista, preténdese xustificar debido o acordo secreto firmado o 25 de maio de 1968 entre as dictaduras de Franco e Salazar para a construcción deste embalse internacional; acordo no cal se establecía que a empresa que o explotara non estaría obrigada a agar ningún imposto en Galicia, y añadía que Lindoso foi moeda de cambio doutro encoro que hai en Extremadura onde a explotación faise á inversa.
Con el fin de poner freno a esta situación, Pérez Bouza, integrado en el Grupo Parlamentario Mixto del Senado, ha presentado una iniciativa en la Cámara Alta para instar al Gobierno español a que negocie el pago del IBI, como pagan o resto das empresas galegas.
Más de 2.750 vecinos afectados
Aunque desde principios del siglo XX comenzó a funcionar el aprovechamiento hidroeléctrico del río Limia a la altura de Lindoso (Portugal), no fue hasta finales de siglo, debido en buena medida a la oposición de los vecinos y vecinas a que se anegaran sus casas y fincas, cuando entró en funcionamiento el gran embalse.
Tras años de presión, las obras se completaron en diciembre de 1993 con el llenado de la presa, obligando al éxodo de 250 habitantes de Aceredo, Bao, Buscalque y Reloeira; además de afectar a otros 2.500 habitantes de Compostela, Quíntela, Rivas de Arauxo, parroquia de Torno, Lantemil, Olelas y de la parroquia de Gálea.
Pese a no pagar impuestos, el senador nacionalista aseguraba ayer que EDP obstaculiza a posta en marcha de calquera iniciativa de aproveitamento do embalse ó non garantizar ó Concello que as augas vanse manter nuns límites que permitan o seu aproveitamento lúdico.
A principios de los noventa, las aguas anegaban parte de las tierras más fértiles de ambos municipios para la puesta en marcha del embalse de Lindoso.
Pese al fuerte daño socioeconómico y medioambiental producido, ninguno de los dos ayuntamientos perciben a día ningún impuesto de la empresa propietaria. La presa, de 379 hectómetros cúbicos, ocupa 1.072 hectáreas a lo largo de 18 kilómetros. Máis do 80% das augas do embalse ocupan terras galegas, producindo 950 gigavatios, relataba Pérez Bouza, quien reconocía que es el mayor productor eléctrico de Portugal.
Esta situación, explicaba ayer en Lobios el senador nacionalista, preténdese xustificar debido o acordo secreto firmado o 25 de maio de 1968 entre as dictaduras de Franco e Salazar para a construcción deste embalse internacional; acordo no cal se establecía que a empresa que o explotara non estaría obrigada a agar ningún imposto en Galicia, y añadía que Lindoso foi moeda de cambio doutro encoro que hai en Extremadura onde a explotación faise á inversa.
Con el fin de poner freno a esta situación, Pérez Bouza, integrado en el Grupo Parlamentario Mixto del Senado, ha presentado una iniciativa en la Cámara Alta para instar al Gobierno español a que negocie el pago del IBI, como pagan o resto das empresas galegas.
Más de 2.750 vecinos afectados
Aunque desde principios del siglo XX comenzó a funcionar el aprovechamiento hidroeléctrico del río Limia a la altura de Lindoso (Portugal), no fue hasta finales de siglo, debido en buena medida a la oposición de los vecinos y vecinas a que se anegaran sus casas y fincas, cuando entró en funcionamiento el gran embalse.
Tras años de presión, las obras se completaron en diciembre de 1993 con el llenado de la presa, obligando al éxodo de 250 habitantes de Aceredo, Bao, Buscalque y Reloeira; además de afectar a otros 2.500 habitantes de Compostela, Quíntela, Rivas de Arauxo, parroquia de Torno, Lantemil, Olelas y de la parroquia de Gálea.
Pese a no pagar impuestos, el senador nacionalista aseguraba ayer que EDP obstaculiza a posta en marcha de calquera iniciativa de aproveitamento do embalse ó non garantizar ó Concello que as augas vanse manter nuns límites que permitan o seu aproveitamento lúdico.
