Tocado pero no hundido. Así se encuentra el Parque Natural Baixa Limia-Serra do Xurés tras la virulenta ola de incendios que ha vivido este verano, con varias miles de hectáreas calcinadas en los distintos concellos que integran este espacio natural protegido, declarado por la Unesco Reserva de la Biosfera Transfronteriza con el vecino Peneda-Gerês. "Non imos tirar a toalla, non imos decaer. O Xurés vai seguir vivo, pese a quen lle pese", asegura José Manuel González, presidente de la Asociación Medioambiental Xuresianos-Geresianos (Axuge) que desde hace años trabaja en la limpieza, recuperación y reforestación de la zona, en colaboración con las comunidades de montes.
Aún con el corazón encogido por las cifras, pero sobre todo por las imágenes en negro y fuego de la última semana, González asegura que "o Xurés ten millóns de razóns e de valores ambientais e naturais que fan imprescindible manter todas as proteccións" y es por eso que ya ha pedido a los suyos a que recolecten las mejores bellotas para, en cuanto sea el momento, plantarlas para revivir los montes con frondosas.
En la parroquia de Río Caldo (Lobios), donde calculan que en la última semana han ardido cerca de 3.000 hectáreas, los comuneros califican de "desastre descomunal" las consecuencias del fuego para el medio ambiente, pero no por ello van a cesar su empeño de recuperar y preservar la flora y la fauna local porque "para nosotros el Xurés es lo que el Museo del Louvre a París", comentaba Domingo Rodríguez, presidente de los comuneros, quien no quiere oír hablar de la propuesta que ayer presentaba la asociación ecologista Arco Iris de desclasificar dicho territorio como parque natural "total o parcialmente" tras los reiterados incendios en este espacio natural protegido.
El colectivo ecologista con sede en A Coruña señalaba en el escrito presentado a la Dirección Xeral de Patrimonio Natural que "nos resulta especialmente doloroso, como asociación de defensa ambiental, tener que asumir la obligación de esta iniciativa". Sin embargo, entienden que es la manera de "proteger" en el futuro al Xurés de esta "plaga" y también para salvaguardar el "prestigio" de los otros parques gallegos.
Los alcaldes, volcados con la recuperación de la zona calcinada
La alcaldesa de Lobios, Mari Carmen Yáñez, calificaba de "barbaridad" la propuesta del colectivo ecologista y aseguraba que "voy a pelear para que este parque vuelva a ser verde. Flaco favor le hacen a la comarca. Me indigna. Es como si a un enfermo lo dejas morir sin darle la oportunidad de sanarlo. Tenemos que estar todos a una para recuperar el parque. Vamos a buscar soluciones reales y efectivas", dijo. Su homólogo de Muíños, Plácido Álvarez, iba más allá y emplazaba a todas las administraciones a implicarse al 100% con el parque. "Hai que deixarse de palabras bonitas e pasar aos feitos. O Xurés merece un tratamento especial".
Desde Entrimo, Ramón Alonso apunta que la figura del parque es positiva siempre y cuando se gestione tal y como se planteó en un principio como motor de la economía local. Pero lamentaba que "quen é o responsable durante os últimos 11 anos o deixou morrer", generando una sensación de abandono y desapego entre la población.
