El Parque Nacional Gerês-Xurés: el paisaje del granito y el agua

Una población en el corazón del Xurés.
photo_camera Una población en el corazón del Xurés.
La reserva de la biosfera transfronteriza, compartida por Ourense y Portugal, se ha convertido en uno de los destinos más atractivos de turismo de aventura, gastronomía y termalismo del norte de la península

El Parque Natural Baixa Limia-Xurés y el Parque Nacional Peneda-Gerês se convirtieron en Parque Transfronterizo Xurés-Gerês en 1997. Once años después, en mayo de 2009, su territorio, de más de 2.600 kilómetros cuadrados, era convertido en Reserva de la Biosfera por la Unesco.

La primera reserva transfronteriza, compartida entre Galicia y Portugal. En esta reserva conviven, la naturaleza más agreste de duros inviernos y cálidos veranos, y una población de casi setenta mil habitantes, concentrados fundamentalmente en las pequeñas ciudades y villas del territorio portugués.

Quien lo recorra por primera vez tendrá la sensación de un extraordinario aislamiento, sobre todo en el núcleo central de la reserva, las áreas más montañosas, las menos pobladas. Pero la historia desmiente esa primera impresión. Este territorio no solo tiene una larga historia de ocupación humana, también fue atravesado por una de las grandes vías de comunicación romanas, la XVIII o Via Nova. Con ella, los romanos no solo intentaban acortar distancia entre Braga y Astorga, los dos grandes núcleos de población de la Gallaecia, lo hacían por un paisaje mucho más agradecido al viajero, con mansiones instaladas al pie de fuentes termales y siguiendo el curso de ríos ricos en pesca.

Un viaje por esta reserva de la biosfera gallega y portuguesa arranca en Bande. Si lo hacemos un primer domingo de mes, nos encontraremos además, con su tradicional Mercado do Xurés, que aunque con su nombre parece limitarse a ofrecer productos del lado ourensano de la reserva, lo cierto es que se ha convertido también en punto de encuentro para muchos productos elaborados o cultivados al otro lado de la ya inexistente frontera.

En tierras de Bande, además de joyas del patrimonio histórico y monumental, como el campamento de Aquis Querquennis o la iglesa de Santa Comba, nos encontramos con el paisaje todavía suave de un territorio que, a medida que viajamos hacia el Sur, se va accidentando. Pequeños bosques y zonas de pastos nos recuerdan que estamos en tierras en las que la miel, el pastoreo y la cría de ganado siguen desarrollándose en armonía con el entorno. Estamos en la Baixa Limia, un espacio que Bande comparte también con Muiños.

Vía Nova

El río Limia y la Via Nova atraviesan la reserva de la biosfera. El primero, sigue su curso hacia el Sur. La segunda lo hace en sentido contrario. Aquis Querquennis es la segunda mansión y campamento en tierra ourensana, después de haber establecido la primera en Aquis Originis, en Lobios. Entre ambas paradas hay 14 millas romanas. Millas de mil pasos, señaladas con los miliarios. Volveremos a encontrarnos con la calzada de esta vía romana, en el ascenso hasta Portela de Homen, donde otrora hubo una frontera.

La reserva la conforman, en la parte ourensana, los municipios de Bande, Muiños, Calvos de Randín, Lobeira, Entrimo y Lobios. Son seis, frente a los cinco portugueses: Melgaço, Arcos de Valdevez, Ponte da Barca, Terras de Bouro y Montalegre. Pero el número de municipios dice poco de la superficie y la población. Los seis ourensanos suman algo más de seiscientos kilómetros cuadrados y cerca de ocho mil habitantes, frente a los dos mil kilómetros cuadrados de reserva que aportan los municipios portugueses, además de casi 62.000 habitantes.

Pero el territorio del Xurés-Gerês es, sobre todo, espacio para las actividades al aire libre. A lo largo de los últimos años y gracias al reclamo que la declaración de reserva de la biosfera ha supuesto para muchos visitantes tanto nacionales como internacionales, se ha ido incrementando la oferta en la práctica de deportes de naturaleza y aventura, más allá del senderismo a pie o en bicicleta que eran los habituales hace una década. Rutas a caballo, en canoa, escalada y otras muchas actividades se han sumado y cuentan con empresas y grupos que las desarrollan tanto en la vertiente ourensana como en la portuguesa.

El paisaje, la práctica de turismo activo, la gastronomía, pueden ser rasgos comunes a muchos espacios naturales. Pero resultará muy difícil encontrar uno que tenga un patrimonio termal tan grande y de tal calidad como Gerês-Xurés. Nada menos que cuatro: dos en Terras de Bouro, uno en Melgaço y el cuarto en Lobios.

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