La Casa da Cultura de Muíños congregó ayer a vecinos de las comarcas de A Baixa Limia y Terra de Celanova en la conmemoración del sesenta aniversario de la construcción del embalse de As Conchas.
Organizado por el Padroado polo Poldrado, colectivo que lleva 21 años luchando por la recuperación del la secular vecindad, el escritor y antropólogo oriundo de Vilela (Bande) Manuel Rivero fue el encargado de inaugurar el coloquio con la ponencia Historia de unha maldición 1919-1949.
La construcción del embalse supuso un antes y un después para los vecinos, causando una ruptura en su historia de vida. Fue una fractura, pararon el tiempo y, en cierta medida lo atraparon y lo idealizaron un poco, comentó ayer Rivero, quien apuntó que por encima de cualquier pérdida económica, presiones y extorsiones que vivieron los afectados, el drama más grande fue perder su pueblo. Muchos no lo abandonaron hasta que el agua llegó a la puerta de casa. La construcción ejecutada en 1949 por Unión Fenosa, inundó el pueblo de Baños de Bande, casas aisladas de Lobeira y Muíños, trozos de carreteras, caminos vecinales y hasta 16 puentes. Un coloquio abierto con los vecinos puso fin a una jornada llena de emociones que, desde el Padroado polo Poldrado, confían que sirva para poner de manifiesto el desastre económico y social que supuso la construcción del embalse.
La construcción del embalse supuso un antes y un después para los vecinos, causando una ruptura en su historia de vida. Fue una fractura, pararon el tiempo y, en cierta medida lo atraparon y lo idealizaron un poco, comentó ayer Rivero, quien apuntó que por encima de cualquier pérdida económica, presiones y extorsiones que vivieron los afectados, el drama más grande fue perder su pueblo. Muchos no lo abandonaron hasta que el agua llegó a la puerta de casa. La construcción ejecutada en 1949 por Unión Fenosa, inundó el pueblo de Baños de Bande, casas aisladas de Lobeira y Muíños, trozos de carreteras, caminos vecinales y hasta 16 puentes. Un coloquio abierto con los vecinos puso fin a una jornada llena de emociones que, desde el Padroado polo Poldrado, confían que sirva para poner de manifiesto el desastre económico y social que supuso la construcción del embalse.
