AMANCIO ORTEGA, MÁS ALLÁ DE LA FORTUNA

Hace días se publicaba en una conocida revista de negocios que la fortuna personal de Amancio Ortega se colocaba en el tercer lugar del ranking mundial.
Pero mi idea no es hablar de su fortuna en el sentido económico, si no desde el sentido humano y profesional, ya que en estos momentos de dificultad es cuando hay que buscar un valor añadido que nos sirva de referencia y nos enseñe aspectos importantes en la condición de la persona y que forman parte y suponga la base del éxito: Trabajo en equipo, afán de superación y capacidad por aprender. Humildad, bondad y sencillez. Así le describía Covadonga O'Shea en su única biografía.

Lo que nos ha enseñado Amancio Ortega, su filosofía de la vida y de la empresa, no debe quedarse como simple noticia de telediarios, debe servir para empujar, ser un motor de arrastre de quienes comienzan, de quienes tienen iniciativas, de todos aquellos que buscan el éxito personal. Una persona de sus cualidades no debe estar en el anonimato, aunque este forme parte del derecho de la persona a escoger su forma de vida, pero entiendo que no nos podemos permitir el lujo como país y menos con la que esta cayendo prescindir de los consejos y opiniones de gente que ha demostrado que si se puede crecer; que si hay algo más al otro lado del pesimismo y la pasividad. Es por ello que rectores de universidades y foros empresariales fueran capaces de contar con su presencia y que sus alumnos se empaparan en la realidad de la vida y comprendieran el porqué no siempre el éxito está relacionado con el ámbito académico como único elemento.

Te puede interesar
Más en Cartas al director