En este día tan especial quisiera expresarte mi cariño y lealtad hacia ti.
Las palabras se quedan cortas cuando lo que se quiere decir desborda el alma, y nuestra amistad, consolidada con el paso de los años, ciertamente desborda cualquier expectativa. Nos conocimos en el Colegio San Pío X cuando las dos cursábamos séptimo de E.G.B. No tardamos mucho en darnos cuenta de que congeniábamos muy bien, de que nos divertían las mismas payasadas, de que lo nuestro era la calle y reírnos de todo. No recuerdo que hiciéramos ningún pacto de esos que llaman 'amigas para siempre', pero tampoco nos hizo falta, seguramente porque hay cosas que, aunque no se dicen con palabras, se dicen con la mirada y con el sentimiento.
Una vez que terminamos el colegio cogimos caminos distintos. Estuvimos años sin saber la una de la otra. Y cuando pasado el tiempo la casualidad nos juntaba, hablábamos como si nos viéramos todos los días, tomábamos un café y hacíamos un repaso de nuestras vivencias. Es cierto que nos hemos perdido el vivir juntas esas y otras experiencias, pero ahora que la casualidad ha querido reencontrarnos una vez más, no le demos la espalda a esto tan bonito y auténtico que tenemos. Nos lo merecemos. Merecemos disfrutar de esta amistad tan sincera y tan sólida.
No quiero más reencuentros gatita, quiero a partir de ahora envejecer contigo cogida del brazo, quiero reírme contigo, quiero llorar contigo, quiero emocionarme contigo, quiero viajar contigo, ir de compras contigo, bailar contigo, y por qué no, a pesar de nuestra edad, jugar contigo? te quiero amiga mía.
Una vez que terminamos el colegio cogimos caminos distintos. Estuvimos años sin saber la una de la otra. Y cuando pasado el tiempo la casualidad nos juntaba, hablábamos como si nos viéramos todos los días, tomábamos un café y hacíamos un repaso de nuestras vivencias. Es cierto que nos hemos perdido el vivir juntas esas y otras experiencias, pero ahora que la casualidad ha querido reencontrarnos una vez más, no le demos la espalda a esto tan bonito y auténtico que tenemos. Nos lo merecemos. Merecemos disfrutar de esta amistad tan sincera y tan sólida.
No quiero más reencuentros gatita, quiero a partir de ahora envejecer contigo cogida del brazo, quiero reírme contigo, quiero llorar contigo, quiero emocionarme contigo, quiero viajar contigo, ir de compras contigo, bailar contigo, y por qué no, a pesar de nuestra edad, jugar contigo? te quiero amiga mía.
