ENTRE DISPAROS Y DISPARATES

Asistimos a la utilización de una importante cantidad de munición y de fuego cruzado que está dejando heridos y secuelas, y que según el caso no deja de ser una grave irresponsabilidad, cuyas consecuencias legales deberán ser asumidas por quien debe tutelar los actos de un adolescente. Los disparos realizados por adultos en cacerías por tierras africanas no dejan de ser un despropósito, el cual no debe servir para un juego partidista interesado de antimonárquicos de pacotilla.
Pero hablando de adultos, no sólo hemos tenido sustos de munición real, ahora resulta que nos ha salido una francotiradora, cuya diana es una de nuestras empresas más representativas. Se equivoca la mandataria argentina en su objetivo: la grandeza de un estado, de una nación, no se mide por el número de disparates de sus gobernantes, sino por el respeto y la credibilidad que estos puedan demostrar. Es por ello que la respuesta que el Ejecutivo pueda dar no debe estar basada en medidas improvisadas, sin sopesar los intereses que todavía mantenemos allí. No deben existir vacilaciones, ni palabras retóricas las cuales puedan dejar puertas abiertas a la impunidad de un expolio y vulneración del derecho mercantil.

El campo de batalla se hace cada vez más complicado para un ejecutivo que no ve avances de sus líneas en los distintos frentes abiertos. No me extraña que ante tal panorama pueda cundir el desánimo en la sociedad y en los mercados, ya que lo que quieren ver más allá de mensajes optimistas es que se está ganando la batalla. No se trata tanto de seguir recortando, si no que hay que dar pasos hacia delante con la adopción de medidas de políticas activas. No se puede seguir pagando el desempleo por no hacer nada, y nada le llamo igualmente a los mal llamados cursos de formación. Es hora de dar oportunidades a quien las quiera aprovechar y modificar el actual sistema de desempleo por una llamada bolsa activa de empleo, donde la prestación del desempleo se integra en dicha bolsa y sirve como ayuda a la contratación por el empresario. No disparen sólo contra las herencias recibidas, ni copien los disparates que otros proponen.

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