Tras varios años en los que el crecimiento demográfico fue positivo gracias a las personas inmigrantes, y tras haberse convertido el nuestro en un país de inmigrantes, hoy día en Galicia la juventud se siente mucho más cerca de la realidad que a muchos de nuestros abuelos y abuelas, madres y padres, les tocó vivir. Marcharse a otro país se presenta en algunos casos como la alternativa vital más segura y dadora de un futuro.
Se irán, seguro, los más preparados, los mejor formados. Así pues España queda relegada a un segundo plano en el que prepara y entrena a nuestra juventud y pare a auténticos genios y a otra mucha gente que sin llegar a serlo estamos bien preparados.
Ahora nos vemos abocados a un futuro muy incierto y difícil.
Ahora nos vemos abocados a un futuro muy incierto y difícil.