Dos sacerdotes y una monja

n n nAcaban de fallecer dos sacerdotes entrañables para la diócesis. Han desarrollado su ministerio de forma ejemplar dedicados ambos a su misión espiritual y al compromiso social con sus feligresías. Ambos muy queridos y respetados por el clero ourensano.
Pedro Núñez Núñez (Ourense, 17/9/1926), tras ejercer en San Ciprián de Cobas, Triós, Calvos de Bande y Corbelle, pasó en 1964 a regir Albarellos de Monterrei hasta que se jubiló en el 2002, encargándose en varias ocasiones de las parroquias de al lado. Un espíritu alegre y comunicativo que siempre estaba dispuesto para ser cercano con quienes nos acercábamos a él. Un carácter activo por excelencia. Sería una injusticia si omitiésemos aquí un dato fundamental. Estoy, y creo que la diócesis también está convencida de que en su vocación tuvo una parte esencial su padre José María, un carismático contemplativo que vivía todas sus horas en la presencia de Dios. Los seminaristas de entonces somos testigos fehacientes de cuanto acabo de reseñar. Pues ese espíritu abierto, lo heredó Pedro y lo contagiaba también.

Y se nos ha ido el 'Patriarca de la Limia', el gran colaborador de Eulogio Gómez Franqueira, un luchador impertérrito por aquello que creía bueno para su zona. Hace unos meses le dediqué un articulo porque se lo merecía y quería que lo supiese él cuando ya estaba muy mal. José Rey Lage (28/1/1927) era una de esas personas irrepetibles. ¡Único! Cuando se escriba la historia del cooperativismo y de la concentración parcelaria en Ourense ocupará nuestro amado Cobelas un lugar destacado. Tengo de él incontables anécdotas que lo definen. Aquella visita al gobernador López Ramón o el delicioso diálogo con una feligresa a propósito de la parcelaria. Era santamente terco luchando por lo que creía.

Llegó a Cobelas en 1951 y allí acabó. Se casó con su querida parroquia y ya no quiso cambiar nunca más de allí. Un hombre preocupado por los temas sociales y la mejora de los pueblos, una persona cercana, un sacerdote amigo de los sacerdotes. Era ya el último de la saga de los Lages para quienes él era el punto de referencia.

Y también la semana pasada fallecía Sor Consuelo, una clarisa de Vilar de Astrés. Antes de trasladarse la comunidad desde Mosteiro de Ramirás hasta Vilar fue maestra y superiora sustituyendo, algo nada fácil como se vio, a la Madre Margarita, que era una institución en el valle de Ramirás. Personalmente me coge de sorpresa su óbito pues el día de Santa Clara aún estuve hablando con ella en el convento y nada hacía presagiar este acontecimiento.

Mi condolencia muy sentida para las familias Núñez y Rey Lage, así como para la comunidad de Clarisas que pierden a una buena monja.

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